La Unión de Guardias Civiles (UniónGC) exigió ayer al Gobierno que se formará tras las elecciones del pasado domingo el impulso "definitivo" de las obras de construcción del nuevo cuartel de la Guardia Civil de Mieres. Ramón Rodríguez, secretario general de la entidad, hizo esta petición aprovechando el inicio de las obras de derribo del antiguo inmueble, que finalizarán en unos meses. "Los agentes de Mieres necesitan unas instalaciones dignas y lo que tienen ahora, un antiguo centro de salud, es una solución temporal que ya acumula varios años", destacó.

Poco se conoce sobre el futuro de la parcela en la que ahora está el antiguo cuartel. El Gobierno tan sólo destinó financiación para su derribo y, como señala Rodríguez, "puede correr el riesgo de que Mieres se quede con un solar sin utilizarse durante años". De hecho, el único compromiso al respecto es que el equipamiento fue incluido por el Ministerio de Interior en el Plan de Inversiones plurianual de la Guardia Civil (2015-2017), pero sin mayores concreciones ni un presupuesto definido. La falta de premura viene explicada por la "solución temporal" que se dio a los agentes de Mieres, el antiguo centro de salud Mieres Sur, que se habilitó como cuartel. "El inmueble está diseñado para ser un centro médico, no un cuartel, y lo suyo es que los agentes tengan su propio departamento", explicó. Asimismo, el responsable de UniónGC señaló que "los vehículos necesitan un espacio propio donde guarecerse y no en la calle, como están ahora; por no hablar de los calabozos".

En esta misma línea también se encuentra el alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez, que recientemente envió una misiva al delegado del Gobierno central en Asturias, Gabino de Lorenzo, para pedirle que le aclarara fechas concretas para el desarrollo del nuevo cuartel. "Tenemos muy buena sintonía con Vázquez y nuestra intención es perfilar estrategias conjuntas", apuntó Ramón Rodríguez, quien aseguró que "no queremos que pase lo mismo que con el cuartel de Langreo y que nuestros compañeros puedan estrenar unas instalaciones dignas cuanto antes".

Problemas estructurales

El desalojo de las antiguas instalaciones de la Benemérita en Mieres tuvo lugar a principios de 2011 debido a los graves problemas estructurales que se habían detectado en el edificio y que hicieron urgente su abandono. La idea inicial era trasladar a los agentes a otras dependencias de la comunidad autónoma mientras se derribaba y construía el nuevo cuartel, pero se modificó por la utilización, de forma provisional, de las instalaciones del antiguo centro de salud Mieres Sur, que se habilitaría como cuartel. El mayor problema era el parque de vehículos, que se ubicaron en una parte del aparcamiento exterior de La Mayacina, delimitada para el uso de los agentes de la Guardia Civil. En cuanto a los calabozos, los agentes utilizan los de la comisaría de la Policía Nacional, cuyas dependencias se ubican en el edificio anexo al centro de salud Mieres Sur.