Los primeros vecinos del ensanche urbano de Mieres se instalaron en el edificio inaugural del plan urbano de la Mayacina hace ahora cinco años. La Sociedad Estatal de Promoción de Suelo (SEPES) entregó a principios de 2011 las llaves de las primeras viviendas del edificio "carbón" que abrió el largamente esperado desarrollo residencial de esta gran parcela del centro del casco urbano. El próximo mes de abril, comenzarán a ocuparse las 117 viviendas de alquiler que actualmente construye el Principado en la Mayacina. Para entonces serán ya 532 los pisos construidos dentro de este programa de crecimiento urbano. Salvo imprevistos, el recuento no superará esa cifra en varios años.

El plan urbano de la Mayacina alumbrado en 2007 contemplaba la construcción de 711 pisos sociales. En pocos meses se habrá cubierto el 75 por ciento del objetivo. Para entonces, según las estimaciones municipales, en el barrio residirán, repartidos en las seis promociones ya ejecutadas, en torno a 1.300 vecinos. Tras cinco años de lento avance, quedarán aún, según la planificación inicial, 179 viviendas por ejecutar. El problema es que las tres promociones residenciales que están por construir se encuentran en un atolladero que hace muy complicado, a medio plazo, su desarrollo.

Son tres los bloques de viviendas que quedan por hacerse en la Mayacina. El paso de un colector por la parcela en la que la constructora OCA debería desarrollar la promoción de cuarenta viviendas, situada al norte de la sierra de Máximo mantiene, de momento, paralizado el proyecto. La tubería es el emisario general de Ujo que va a la depuradora. El futuro de estos pisos dependerá del acuerdo al que lleguen finalmente la constructora y la Sociedad Estatal de Suelo (Sepes), que fue la que adjudicó las parcelas. Más complicado se presenta el aprovechamiento de los dos solares asignado en su momento a Oteypsa, empresa que hace cinco años comenzó a construir en una de estas promociones, una obras que quedaron en un largo suspenso tras la quiebra de la firma. El Ayuntamiento de Mieres retiró la licencia de obra que había concedido en su momento a la constructora, pero ésta aún no se ha retirado del proyecto. El problema radica en que el contrato de adjudicación de los terrenos que firmó en su momento con Sepes no recogía un plazo de ejecución de los 80 pisos. La firma sí comenzó a trabajar en la parcela, concretamente en 2010, pero paralizó los trabajos pocos meses después tras entrar en concurso de acreedores. La paralización de las obras no sólo afectó a la parcela, también a los compradores. Muchos de ellos renunciaron a los pisos que tenían reservados, aunque otros se vieron atrapados por los problemas económicos de la constructora.

Mientras la Mayacina parece haber culminado su primera fase de desarrollo, el otro plan urbano vinculado al centro de Mieres, el de Oñón, lleva ya una década en punto muerto. Tras el derribo del viejo barrio, la empresa pública Sogepsa, propietaria del suelo, no ha urbanizado las parcelas. La construcción de los más de 200 pisos proyectados parece lejana en el tiempo.