José María Mallada, un ganadero del concejo de Riosa, denunció ayer un ataque de lobos que se saldó con la muerte de tres ovejas de su rebaño. La Guardería del Principado acudió a la propiedad, en el entorno de La Puente, y atribuyó el ataque a cánidos domésticos. Una respuesta que no ha convencido al productor, que asegura que "es imposible que unos perros hagan esto". Las tres ovejas, dos de ellas estaban preñadas, aparecieron totalmente descuartizadas y con mordeduras en el cuello.

El ganadero considera que el Gobierno regional "intenta lavarse las manos y no ver un problema que tiene". Mallada aseguró que no es la primera vez que su rebaño sufre un ataque: "Hace unos meses me mataron otra y tampoco recibí ninguna indemnización por las pérdidas".

Tampoco esta vez recibirá la compensación por la muerte de animales por la fauna salvaje. El Principado pagará sesenta euros por cada una de las ovejas preñadas, una cifra que encierra "una pérdida muy grande". Si la causa del daño es reconocida como ataque de lobos, la cuantía asciende hasta los 300 euros.