La fina capa de nieve que ayer cayó sobre las estaciones asturianas puede ser un gran preludio para próximas fechas. Sobremanera en el caso de Valgrande-Pajares, ya que aunque los dos dedos que hoy se acumulan sobre las pistas lenenses no son suficientes para estrenar el curso este fin de semana, lo cierto es que hay (moderado) optimismo de cara al próximo. Los responsables de la estación lenense se han fijado un objetivo: el 16 de enero.
La realidad es que la nevada que cayó durante la madrugada de ayer no fue demasiado generosa y apenas ha servido para cubrir las pistas. Sin embargo, el punto positivo lo pone el termómetro. Las bajas temperaturas de toda la jornada de ayer permitieron a la estación poner a funcionar todo su sistema de innivación artificial. Y esa es la clave para llegar a la próxima semana con opciones reales de apertura. Si el termómetro sigue en mínimos y se mantienen las condiciones, los cañones podrán seguir funcionando a pleno rendimiento y acumulando nieve sobre los más de 6 kilómetros que la estación posee innivados.
De ser así, la próxima semana se habría conseguido un espesor suficiente como para abrir, aunque no nevase ni un copo más, siempre y cuando se mantuvieran las bajas temperaturas de la jornada de ayer. Los partes meteorológicos prevén esa caída del termómetro tan necesaria, e incluso, en la jornada del próximo domingo también ofrecen posibilidades de que nieve.
La situación en la estación de Fuentes de Invierno es diferente. La madrugada de ayer y también durante las primeras horas del día también nevó en el complejo allerano, aunque al igual que en Lena, no es suficiente para aventurarse en una apertura próxima. Las carencias de Fuentes respecto a Pajares son evidentes y residen en el sistema de innivación artificial. Y es que aunque las temperaturas también sean bajas en Aller, la ausencia de los cañones impide que se fabrique nieve, por lo que con el manto actual y las previsiones no se ve un futuro blanco a corto plazo en las pistas alleranas.
