La Asociación de Vecinos de Santullano denunció ayer el potencial riesgo de accidentes que desde la semana pasada presenta el cruce que vertebra el tráfico de la zona sur del concejo de Mieres. El problema radica en que una fuerte ráfaga de viento hizo, el pasado 1 de enero, que el soporte de uno de los semáforos cediera, quedando fuera de servicio: "Desde entonces hemos solicitado en varias ocasiones a Carreteras la sustitución del semáforo, pero ya ha pasado más de una semana y la estructura sigue tirada en medio de la acera sin que se haya atendido de momento la reclamación".

El semáforo que el viento ha inutilizado, partiéndolo prácticamente por la mitad, canaliza el tráfico que circula por la carretera de Figaredo (AS-242) en dirección al casco urbano de Mieres. Se trata de un nudo vial que soporta mucho tráfico, ya que conecta el casco urbano con el valle de Turón, además de con Figaredo. También es un punto de conexión con el nuevo Hospital Álvarez-Buylla muy utilizado tanto por los vecinos de Lena como por, especialmente, los del concejo de Aller.

El cruce de Santullano distribuye la circulación entre el casco urbano de Mieres y la zona sur del concejo, además de abrir también una conexión que permite el acceso directo al valle de Cenera y al paseo fluvial del río caudal, conectando de esta manera con Ujo y con el polígono industrial de Gonzalín. Desde que este semáforo cedió ante el empuje del viento, el resto de señales luminosas están en permanente estado de advertencia de precaución, sin cumplir con su función de dar paso alternativo al tráfico: "Los conductores están acostumbrados a guiarse por los semáforos y al no haber demasiada visibilidad puede producirse un accidente grave en cualquier momento", sostienen los portavoces de la comunidad.

El cruce de Santullano está a unos cientos metros del nuevo Hospital comarcal. Este tramo vial se reordenó recientemente para favorecer la circulación y mejorar la seguridad. La actuación contó con un presupuesto de 259.635 euros. Los trabajos consistieron en la remodelación de las dos intersecciones del barrio de Nuevo Santullano con la carretera AS-242 (Oviedo-Campomanes) ubicadas en las proximidades del nuevo hospital de forma que el tráfico pueda entrar y salir de forma ágil y segura del centro. Para ello, en uno de los cruces se construyó una glorieta con la que se facilitara los movimientos de circulación en todos los sentidos. En la otra intersección se renovó el firme y se instalaron semáforos. A pocos metros de esta segunda zona se sitúa en el cruce de Santullano, por lo que es paso obligado para los conductores que se trasladen al hospital desde el Sur.