Seis aspirantes a cocineros con otras tantas propuestas culinarias donde el nabo era el protagonista indiscutible. Se trataba de la final del concurso gastronómico "Los nabos na cocina", un certamen organizado por la escuela de hostelería del IES Valle de Aller que sirve de antesala a la celebración hoy del Gran Capítulo organizado por la Cofradía de Amigos de los Nabos de La Foz (Morcín). El jurado, que tuvo una ardua tarea, seleccionó a tres de ellos, aunque habrá que esperar hasta hoy para conocer al ganador, que se desvelará tras el acto central del Gran Capítulo.

Los fogones se encendieron a las diez y media de la mañana en la cocina del instituto. Los participantes, seleccionados de entre once recetas llegadas de distintos puntos del Principado, iniciaron su proceso creativo que terminaría tres horas más tarde presentando sus platos ante el jurado. A pesar de ser un concurso, no parecía haber rivalidad entre ellos, todo lo contrario, se respiraba un ambiente de hermandad y compañerismo. De los seis participantes, cuatro jugaban en casa. Se trataba de Vanesa Castañón, Álvaro Bouzas, Cristina Rodríguez y Roberto Piquero. Junto a ellos, Damián Rodríguez, que venía desde Gijón, y Samuel Pocero, de Pravia.

Una galleta, unos falsos canelones o una crema, diferentes formas de degustar los nabos que se alejan del tradicional pote que se suele degustar estos días en las cocinas asturianas. Una de las propuestas más originales era la de Vanesa Castañón, que presentaba un "Nabo Niemeyer". La presentación rendía homenaje al edificio ubicado en Avilés, aunque en realidad se trataba de un bombón de nabo relleno de marisco y otros condimentos. Castañón admitió que "sólo he tenido nervios al final, porque no me gusta nada emplatar, pero por lo demás genial". Por una crema optó Roberto Piquero. "Es una forma distinta de cocinar el nabo, que además va muy bien con el marisco", explicó.

Los platos

Marisco no, pero una manta de merluza es lo que utilizó Álvaro Bouzas para cocinar sus bastones de nabo. "Hice muchas pruebas en casa hasta que, por casualidad, vi que la merluza le iba muy bien", relataba ayer entre los fogones. Cristina Rodríguez optó por hacer unos falsos canelones ya que, como aseguró, "me encanta la cocina italiana". El "Nabo Niemeyer" se disputó el título al plato más original con la "Galleta de nabo y ahumados" que hico Damián Rodríguez. Este joven cocinero apostó por la innovación al hacer una galleta con harina, agua de nabo, un licuado de hojas de nabo y azúcar. "Quería hacer algo distinto y me salió esta galleta, ahora sólo espero que le guste al jurado", destacó. La última propuesta era la más tradicional, unas manitas de cerdo con nabos en dos texturas que firmaba Samuel Pocero, quien argumentó que "me recuerda a lo que comía cuando era pequeño en casa de mi abuela en Zamora".