"No damos crédito todavía a lo que ha sucedido". Esas eran las primeras palabras del entrenador del Baloncesto Villa de Mieres (BVM2012), Arturo Álvarez, tras enterarse que uno exjugador de la entidad mierense acababa de tirotear a su madre, en Estados Unidos. Kevin Tyrone Powell, pívot de 24 años que inició la temporada en el club mierense, disparó el pasado jueves en la cara a su madre cuando esta estaba trabajando en un salón de belleza. Ahora, el exjugador del Pozo Sotón se encuentra arrestado a la espera de juicio, bajo una fianza de 750.000 dólares.
Powell permaneció en Mieres apenas 10 días. Llegaba desde Fayetteville, un pequeño pueblo en el estado de Carolina del Norte, a principios de octubre pasado, para ser uno de los dos americanos del equipo de Liga EBA. "No era mal jugador, pero tenía comportamientos extraños", asegura Álvarez, que afirma que el joven norteamericano pasaba horas de pie mirando al horizonte o hablando solo en la residencia en la que estuvo durante su estancia en Mieres. "Se relacionaba poco con los compañeros, pero la realidad es que nunca dio muestras de ser una persona peligrosa", aseguran desde el club. Apenas llegó a jugar dos partidos de pretemporada con el pozo Sotón. En uno de ellos anotó 8 puntos, pero en el segundo explotó y anotó 25. Sin embargo, su falta de adaptación fue capital a la hora de tomar la decisión de prescindir de sus servicios.
El pasado viernes, el joven de 24 años era detenido por la policía por haber disparado, presuntamente, en la cara a su madre, Derema Burch. Los medios estadounidenses se hicieron eco del suceso y una de las testigos narró como el joven, después de apretar el gatillo, le confesó que era el hijo de la agredida. Además, según narra la citada testigo, el joven se mostró impasible y en pie mientras ella trataba de evitar que la víctima se desangrara. Otro testigo narró a los medios estadounidenses como Kevin Powell salió del centro de belleza donde acababa de disparar a su madre y estuvo como un viandante más, observando los movimientos de la policía. Fue detenido en apenas minutos, cuando los agentes encontraron en su coche el arma de fuego con el que supuestamente acababa de tirotear a su madre.
La víctima, Derema Burch, de 44 años, se debate aún entre la vida y la muerte, aunque los médicos han logrado estabilizarla. Kevin Powell se encuentra ahora en prisión a la espera de juicio y está acusado de intento de asesinato en primer grado y asalto con arma de fuego con intención de matar. En la primera vista del caso, celebrada el viernes, el exjugador del club mierense negó haber estado cerca del lugar del suceso.
La investigación de la policía de Fayetteville ha revelado otros datos, como que el pasado 2015 le fue denegada una licencia de armas y que sufría problemas psiquiátricos. En los últimos seis años, sus padres había llamado hasta en 27 ocasiones a emergencias por los problemas de Kevin Tyrone Powell al no tomarse su medicación.
