La asociación de pescadores alleranos "El Maravayu" ya está trabajando en el desove de las truchas reproductoras que se crían en su laboratorio de Molín Peón, en la localidad de El Pino. El objetivo de la entidad esta temporada es conseguir medio millón de alevines de trucha fario, la raza autóctona, para repoblar los ríos de la comarca.

La entidad "El Maravayu" es una asociación sin ánimo de lucro que colabora de forma desinteresada con el Principado de Asturias. Desde hace una década, impulsa planes de repoblación que incluyen los cauces del concejo y también el río Turón, uno de los ríos más estropeados de la comarca.

El responsable del laboratorio desde hace veinte años, Manuel Faya, es uno de los encargados de las operaciones de desove y germinación de la hueva en las instalaciones de Molín Peón. Las labores requieren de una serie de condiciones para que todo salga a la perfección: "El tratamiento de las truchas tiene que hacerse en condiciones controladas, con la luz, temperatura y humedad adecuadas", explicó ayer Faya. El objetivo es conseguir que se produzca el nacimiento de los alevines en un plazo máximo de cuarenta y cinco días.

El siguiente paso es trasladar los peces a unas balsas de Molín Peón y mantenerlos alimentados y bajo vigilancia. Se consideran aptos para repoblar los ríos, según Faya, cuando alcanzan una medida de siete centímetros. "El objetivo es aumentar significativamente la riqueza piscícola de nuestros ríos, ya que los alevines se unen a los peces que nacen en los cauces", afirmó el responsable de la asociación "El Maravayu".

Los pescadores alleranos siguen adelante con su plan de actuaciones, a pesar de las amenazas que se ciernen sobre los ríos. La entidad denunció hace unas semanas el "alarmante" crecimiento en la población de cormoranes a orillas de los cauces. Tanto es así que, según la entidad "El Maravayu", los pájaros han ocupado ya lugares en los que nunca se habían visto. Es el caso del alto Aller, en concreto Felechosa: "Allí comen a la carta todos los días", denunciaron los pescadores.

"El Maravayu" reclamó entonces una rápida intervención del Principado para controlar la población. Si la Administración regional no actúa, afirmaron los expertos, la raza de trucha fario estará en peligro de extinción en unos años y su trabajo habrá sido en balde.