El anunciado cierre para este viernes del centro europeo de Soft Computing, ubicado en el edificio de investigación del campus de Barredo, cayó ayer como un jarro de agua fría sobre los miembros de la Corporación de Mieres que no esperaban tan fatal desenlace. El equipo de gobierno, encabezado por su alcalde, Aníbal Vázquez, así como los portavoces del PP, PSOE y Somos, lamentaron la clausura del centro y las consecuencias que tendrá para el futuro desarrollo del campus. También exigieron la puesta en marcha de un nuevo proyecto que, al igual que el centro de Soft Computing, combine investigación y desarrollo, nuevas tecnologías y contacto con las empresas.

Vázquez aseguraba ayer que "es una pena que no se haya podido salvar el centro, ya que con su cierre, el campus pierde una parte importante dentro del apartado de la investigación, se queda cojo". El regidor sólo tenía palabras de alabanza sobre la actividad que la entidad ha desarrollado en Mieres durante los últimos diez años, "consiguiendo poner el municipio en el mapa". Más crítico fue el portavoz del PP, José Manuel Rodríguez, sobre todo con el PSOE en el Gobierno regional, ya que era uno de los principales patronos del centro, así como con la actitud que han mantenido los sindicatos. "Ha sido una falta de apuesta por parte de los socialistas, a los que se le llena la boca hablando del I+D+i, pero que nunca han apostado decididamente por el centro, tampoco por el campus de Mieres, ni en titulaciones ni en departamentos". Sobre los sindicatos, el popular afirmó que "tampoco han tenido tanta beligerancia con este asunto". En su opinión, el cierre del centro europeo de Soft Computing "supone un gran fracaso, y más teniendo en cuenta que se creo con el apoyo de los fondos mineros, eso no hay que olvidarlo, estoy convencido de que se podía haber hecho algo para salvarlo".

Gloria Muñoz, portavoz del PSOE en Mieres, responsabilizó a la Fundación Bancaria Cajastur -principal patrono del centro- de esta clausura. "No apostó lo suficiente por el centro de Soft Computing, sobre todo a partir de la crisis, mientras que el Principado sí hizo un importante esfuerzo para seguir adelante", destacó la socialista. Gloria Muñoz reclamó, además, "que se encuentre ahora un nuevo proyecto ilusionante que vaya de la mano de la investigación al campus de Mieres, donde las nuevas tecnologías tengan un papel importante y se fomente la relación con las empresas, al igual que estaba haciendo este centro".

La portavoz de Somos Mieres, Montse Palacios, se mostró "preocupada", no sólo por el cierre de las instalaciones, sino por el futuro que les espera a sus trabajadores. Palacios explicó que "nos reunimos con la plantilla y pensábamos que podría haber una salvación con la entrada de nuevos patronos, pero estamos viendo que no se ha podido lograr". El cierre de la entidad "supone el desmantelamiento de uno de los mayores activos que teníamos en Mieres y en Asturias, pero la falta de compromiso de Cajastur y la dejadez del Principado, la Universidad y los sindicatos han acabado con ella".

La Corporación de Mieres llegó a firmar hace unas semanas una declaración de apoyo institucional, tanto a trabajadores como para la continuidad del centro. El asunto también llegó al Parlamento asturiano, donde fue debatido en más de una ocasión. Allí, los responsables del Gobierno regional responsabilizaban del cierre a Cajastur y su falta de apoyo económico, si bien el Principado también exigió al centro la devolución de ayudas por más de 800.000 euros que precipitaron su cierre.