La iglesia de Turón necesita 18.000 euros para pagar el préstamo de las reformas

La comunidad cuenta con liquidez para afrontar la cuota semestral de febrero, pero tendrá que buscar financiación para agosto

La iglesia de San Martín, en el valle de Turón, tras su restauración. J. R. SILVEIRA

La iglesia parroquial de San Martín de Turón tiene el reto de reunir 18.000 euros, antes del próximo mes de agosto, para afrontar el pago semestral del crédito con el que se sufragó la restauración del templo, cuyas obras finalizaron hace ahora dos años. El párroco Rafael Menéndez explicó que actualmente "sólo tenemos dinero para pagar la cuota de febrero, con lo que empezamos de cero de cara al próximo pago". La acción de los feligreses de Turón ha sido vital para poder abonar el préstamo bancario, que suponía un montante de 185.000 euros. Así, se creó una cuota voluntaria que abonaban los fieles. No fue la única medida recaudatoria, también se organizaron conciertos y mercadillos con este fin.

Menéndez señaló que "lo último que hicimos fue la lotería de Navidad, que otros años nos dejó algún pellizco, pero no éste, así que nos conformamos con el donativo de las participaciones". También se organizó un desfile de modelos en el valle que contó con la colaboración de los comerciantes de Turón. "La verdad que se están volcando no sólo los fieles, sino que también se involucran la mayoría de los vecinos, por lo que estoy muy agradecido". Ahora, para recaudar los próximos 18.000 euros, "tendremos que volver a organizar algún evento que nos ayude a alcanzar esta cantidad".

La obra permitió reforzar la estructura del edificio, deteriorada por el paso de los años y que obligó, incluso, a mantener cerrado el templo. El coste de la reforma ascendió a 300.000 euros. Gracias a las aportaciones de los feligreses y a las actividades organizadas por la comunidad lograron recaudar unos 112.000 euros. Además, el Arzobispado de Oviedo avaló el préstamo bancario de 185.000 euros. Aprovechando la reforma, la iglesia consiguió también algunas mejoras, como la habilitación una pequeña capilla dedicada a los mártires canonizados de Turón, ocho hermanos de las Escuelas Cristianas -de la congregación de La Salle- y un sacerdote pasionista, asesinados durante la revolución de 1934. En este rincón descansan, además, sus reliquias. El templo, además de ser un lugar para la oración, tiene un significado más allá de lo religioso para muchos turoneses, ya que en su momento dio cobijo a asambleas clandestinas de trabajadores.

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