El gobierno allerano (PSOE) exige a la dirección general de Minas del Principado que audite las obras de recuperación del entorno de la clausurada mina Jovesa. La explotación de montaña, clausurada en el año 2007, ha dejado una huella imborrable en el valle del Río Negro. Los responsables municipales aseguran que se han dañado acuíferos, hay escombreras sin limpiar y edificaciones sin derribar.

El alcalde del municipio, David Moreno, aseguró ayer que "los promotores de esa mina recibieron una cuantiosa financiación para devolver a la normalidad el entorno". "Son actuaciones que no se han hecho y queremos que se realice una auditoría seria para conocer hasta qué punto cumplieron el proyecto", añadió el máximo dirigente local. Las reclamaciones de los vecinos son muchas y se han repetido a lo largo de los últimos años.

La principal queja vecinal, que comparte el Ayuntamiento, es la necesidad de recubrir la escombrera que dejó a la vista la explotación. Sólo así, según Moreno, se podrá recuperar la orografía de la zona. Los responsables municipales también han hecho referencia a los daños ocasionados en el monte, que podrían haber terminado con varios cantaderos de urogallos en el valle del Río Negro.

El agua, un bien tan preciado en una zona ganadera como es el Río Negro, escasea. Según el Alcalde, "se desvió el agua de algunas fuentes de los montes de Santibáñez de Murias hacia la bocamina". El suministro nunca volvió a canalizarse. La empresa también instaló una línea eléctrica, para reforzar el servicio, que ahora sólo sirve para afear el entorno.

La dirección general de Minas del Principado llegó a abrir una investigación, pero el Ayuntamiento no conoce las conclusiones. Lejos quedaron los tiempos en los que la explotación estaba llena de vida y daba trabajo a decenas de mineros del municipio de Aller. Cuando cesó la actividad, previa protesta para conseguir la admisión de los trabajadores en Hunosa, el grupo municipal del PP presentó un ambicioso plan para recuperar la mina de montaña como museo sobre el sector. Llegó la crisis y el proyecto no pudo prosperar por falta de fondos.