Pola de Siero,

Franco TORRE

La crispación derivada del conflicto laboral en el que está inmerso el Ayuntamiento de Siero no cesa. Representantes sindicales y alrededor de medio centenar de trabajadores irrumpieron en la tarde-noche del viernes en la asamblea que se celebraba en la sede del PSOE en Pola de Siero, ubicada en La Isla, para realizar una nueva protesta, motivada en este caso por una asamblea ordinaria de la agrupación.

Los manifestantes llegaron a las inmediaciones minutos antes del inicio de la asamblea, previsto para las siete y media de la tarde. Con el comienzo de la reunión, los sindicalistas y trabajadores empezaron a emitir pitidos, tirar petardos y golpear puertas y ventanas del inmueble, al tiempo que lanzaban proclamas contra el alcalde de Siero, el socialista Juan José Corrales, y el secretario general de la UGT en Siero-Piloña, Julio Carretero, a la sazón concejal de Urbanismo.

Pese al volumen de las protestas, la asamblea socialista, que tenía un carácter ordinario y no tenía relación con el conflicto laboral, transcurrió con relativa normalidad. No obstante, el nivel de ruido motivó la aparición de la Policía Nacional -debido a las denuncias y avisos vecinales- en el lugar de la protesta, debido supuestamente a las llamadas realizadas a Comisaría por varios vecinos de la zona.

Nada más personarse en el lugar, los agentes comenzaron a pedir la documentación a varios de los manifestantes. Esta circunstancia motivó que algunos militantes presentes en la asamblea, encabezados por el diputado regional Faustino Álvarez, saliesen a la calle y mostrasen su DNI a las fuerzas de seguridad, una medida con la cual querían solidarizarse con los empleados municipales.

Cabe recordar que Álvarez había presentado su candidatura, con el apoyo de la FSA, para encabezar la lista de la agrupación en Siero en las últimas elecciones primarias, aunque finalmente fue derrotado por el actual regidor, Juan José Corrales, cuya lista obtuvo el 65 por ciento de los votos de los militantes socialistas.

La protesta concluyó en torno a las once de la noche, cuando los manifestantes comenzaron a desalojar las inmediaciones de la sede socialista, apenas unos minutos antes de que finalizase la asamblea que se desarrollaba en el interior del inmueble.

Con esta protesta, se materializa el endurecimiento de las medidas de presión al que habían aludido el viernes las fuerzas sindicales. No obstante, y pese al inequívoco gesto de varios militantes socialistas, la resolución al conflicto parece lejana. De momento, los sindicatos han confirmado la continuidad de las concentraciones ante la Casa Consistorial, y descartan retomar las negociaciones para desarrollar el nuevo convenio colectivo mientras Corrales no rectifique su postura respecto al personal de Parques y Jardines.