Bárzana (Quirós),

Roberto F. OSORIO

Los padres del Colegio Público Virgen de Alba de Quirós se muestran indignados por la supresión por parte de la Consejería de Educación de una de las aulas de Primaria del centro.

El Colegio Virgen de Alba se inauguró en el curso 1974-75 con ciento ochenta alumnos. Hoy, los escolares no llegan al 20 por ciento de esa cifra. No se completa el cupo mínimo de alumnos y por esa razón la citada Consejería decidió suprimir un aula de Primaria y unificar varios cursos. Sin embargo, según los padres eso no es razón para dar marcha atrás y volver a concentrar a todos los alumnos en una misma aula. La mezcla de materias y edades no es adecuada para un buen aprendizaje, aseguran.

De hecho, con la supresión de la Primaria se tendrán que juntar los niños que tengan entre 6 y 12 años, edad a la abandonan el centro. Candi Tronco, presidenta de la asociación de padres (APA), cree que con esta medida se volverá a la enseñanza que se impartía hace medio siglo en las escuelas unitarias de los pueblos. Los padres comenzaron a recabar firmas en contra de esta medida de la Consejería. El Ayuntamiento quirosano apoya la postura de los padres.

Según los progenitores, esta situación es una consecuencia de lo que ocurre año tras año por el descenso demográfico. «Pero de ahí a implantar un aula unificada no es justo», se quejan. Destacan que según la Constitución «todos tenemos los mismos derechos y deberes sin discriminación de ningún tipo, por ello nuestros hijos no deben sufrir las consecuencias de unas leyes hechas a medida de las ciudades». Además, se reafirman en que «nuestros hijos no tienen que saber de números ni de cupos, tienen que ser considerados como cualquier grupo, con sus ciclos escolares correspondientes».

También hacen referencia a la situación que se les plantea a los profesores. «Cuando hay varios ciclos unidos, un solo maestro no puede destinar el mismo esfuerzo a niños de 6 años y de 12 por la diferencia en los niveles, conceptos y objetivos. Ello supone una merma en las capacidades físicas del enseñante y va en detrimento de los escolares y del mismo profesor».