Quirós,

Roberto F. OSORIO

El sector ganadero quirosano se muestra muy preocupado e indignado por los reiterados ataques de los lobos a los animales domésticos.

Cada semana aumentan el número de afectados y los pueblos donde ocurren estos hechos. Días atrás fueron seis ovejas atacadas en el pueblo de Fresneo de Cortes; luego, cinco ovejas en la localidad de Ronderos. Y éstos son sólo los ataques más recientes. Pero en el mes de abril y en los restantes de mayo ya fueron presa de los lobos ovejas, potros y cabras en distintos pueblos del concejo, como Salceo, Ricao, Muriellos, Bermiego, Fresneo de Casares y Bárzana.

La penúltima acometida de los lobos sucedió en Ronderos: a unos 100 metros de las casas atacaron a un pequeño rebaño de Jorge García Muñiz. Mataron cinco corderos. El año pasado, este ganadero también sufrió otras cinco bajas en su cabaña ganadera en las inmediaciones de su casa y en dos ocasiones distintas.

Estos hechos pueden ser el prólogo de una sucesión de agresiones a rebaños domésticos, aseguran los ganaderos, pues éstos, hasta ahora, permanecían en fincas cercanas a los núcleos rurales. Con el paso de las semanas, el ganado irá ascendiendo a los pastizales de montaña y a los puertos, donde están mas expuestos a la acción de los cánidos salvajes. La situación tendrá un componente añadido, pues es la época de alumbramiento de las lobas, lo que les llevará a necesitar un mayor acopio de alimento. La población de lobos es numerosa y puede doblarse con las nuevas camadas que se incorporan a la caza en el otoño, junto con el resto de la manada. Es cada vez más frecuente avistar estas fieras en las cercanías de los pueblos a plena luz del día, o en los puertos. Durante el invierno, según los ganaderos quirosanos, fue común encontrar restos de corzos o jabalíes en los montes, también por la acción de los lobos.

Los cánidos también actúan en otros concejos limítrofes, como Teverga, Proaza y Yernes y Tameza, donde mataron varios terneros, ovejas y cabras. Los ganaderos solicitan un mayor control y la eliminación de ejemplares y camadas para evitar un gran daño a la cabaña ganadera.