Candás, B. F.

El plan urbano tendrá más importancia de la inicialmente prevista para el sector industrial de un concejo donde predomina la industria pesada y cuyos principales ejemplos son las plantas de Arcelor Mittal, HC Energía, Tudela Veguín y Du Pont. Sin embargo, las dudas se ciernen sobre las empresas agroalimentarias y muy especialmente en el caso de la industria conservera, que permanece como una de las señas de identidad del concejo. «Se trata de una profunda tradición de Carreño, y deben ponerse en marcha las herramientas urbanísticas para favorecer su permanencia», explica el historiador local Armando Rodríguez. En el caso de las grandes industrias, es una opinión ampliamente extendida que el municipio ha agotado el espacio para la expansión de la industria pesada, que ha generado cuantiosos ingresos por impuestos industriales, pero también importantes trastornos medioambientales.

Según alerta este especialista en la historia económica del concejo, «algunas empresas agroalimentarias buscan nuevas ubicaciones en mejores condiciones fuera de Carreño, lo que hace necesario que se habilite un asentamiento para ellas en los polígonos industriales existentes, ya que, además, se trata de una actividad industrial no agresiva». A este respecto, Rodríguez señala al polígono de Falmuria, en Prendes: «Es necesario un plan parcial que permita el correcto funcionamiento de un polígono agroalimentario como alternativa válida de las empresas, sobre todo conserveras».

Especialmente preocupante es, a su juicio, la situación de la industria conservera ante la más que probable marcha de las fábricas de Albo y Remo, las dos que permanecen en un concejo que llegó a contar con más de una docena de manera simultánea en diferentes etapas del siglo XX. «Hay que hacer un esfuerzo por que estas actividades puedan seguir desarrollándose en Carreño, que no tengan que irse fuera», insiste.