Oviedo,

Raquel L. MURIAS

El FAPAS y la Universidad de Zaragoza conocerán a finales de este año el árbol genealógico de los osos que habitan en los valles del Trubia. Este estudio, que se inició en 2007, obtendrá sus conclusiones en seis meses y pretende conocer cuántos plantígrados habitan en los valles del Trubia, además de saber cuál es su parentesco a través del análisis del pelo de los animales.

El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) colabora en este estudio con el departamento de Fitopatología de la Universidad zaragozana, que extrae la cadena genética de los osos a través de las muestras que el FAPAS recoge en los montes de los valles oseros. Esas muestras son pelos que aparecen en el monte o enganchados en alguna rama o cierre.

Según el FAPAS, en este valle, que engloba los concejos de Proaza, Quirós, Teverga y Santo Adriano, habitan 16 osos, según los datos obtenidos en los recuentos llevados a cabo en 2007 y 2008, pero este estudio permitirá saber con certeza si la cifra es la correcta. Y es que resulta muy difícil conocer el número exacto de osos que habitan en un determinado espacio, ya que son animales que se parecen mucho y a veces este parecido puede llevar a confusión. Según explica Roberto Hartasánchez, presidente del FAPAS y uno de los coordinadores de este proyecto: «Es interesante que logremos saber cuántos osos pueblan estos concejos porque de esta forma sabremos la evolución de la especie en la zona».

El FAPAS y la Fundación Oso Pardo llevan a cabo cada año un recuento de los animales que habitan en la cordillera Cantábrica. Para ello se apoyan en fotografías, seguimiento en el monte, rastreo y búsqueda de indicios, como pueden ser excrementos o pelos. Pero en ocasiones puede que el mismo animal se deje ver en dos zonas diferentes o que se piense que dos distintos sean el mismo oso. Para desvelar estas dudas se lleva a cabo este estudio. Otro objetivo del proyecto coordinado por el FAPAS y la Universidad de Zaragoza es saber el parentesco que une a la población de osos en los valles del Trubia y desvelar el sexo de los animales, un dato muy importante, ya que es primordial conocer el número de osas reproductoras que habitan en este territorio. «Otro dato vital que nos permitirá saber el origen de los animales y hacer un balance del desarrollo y recuperación de la especie», concreta Hartasánchez.

El árbol genealógico de los osos de los valles del Trubia se hará público en menos de seis meses gracias al desarrollo de este estudio, que es pionero en la región. Asturias lleva desde el año 1983 luchando por la conservación del oso pardo cantábrico, una especie que a punto estuvo de extinguirse, pero que poco a poco va recuperando su presencia en las montañas asturianas, cántabras y leonesas.