Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

Abandonados a su suerte. Así dicen sentirse los inquilinos de las 28 viviendas sociales en régimen de alquiler que Vipasa concedió el pasado mes de agosto en la plaza de Rebolleres de Candás. Desde entonces, los problemas se han sucedido, y los inquilinos han sufrido, primero, la falta de suministro de agua caliente, de ascensor o la carencia de vado en los garajes. Ahora el turno es para los cortes frecuentes en el agua caliente, varios desperfectos en las viviendas que no han sido reparados o el doble cobro en las facturas. Todo ello sin recibir la atención necesaria desde el ente público de la vivienda, que «no contesta a las llamadas, y, si lo hace, no soluciona el problema», según explican desde la comunidad de vecinos.

Sin ir más lejos, ayer fue repuesto el servicio de agua caliente tras cinco días cortado, aunque no sienten alivio por ello, «porque se corta siempre a principios de mes», explica E. G. S., que vive en una de las viviendas del bajo. El problema del agua caliente es el más constante en los tres meses que llevan habitando las viviendas, ya que comenzaron su periplo en los nuevos hogares sin ella, y se les corta con «bastante frecuencia». Pero, además, se les cobra «más de lo debido» por ello, argumenta un vecino del segundo, A. J. C. «Tenemos dos contadores por vivienda, uno para el agua fría y otro para la caliente, y nos hacen dos facturas del agua, pero que incluyen de forma repetida algunos cánones como el alcantarillado», explica este vecino.

Otro de los problemas con el que tienen que lidiar es la calefacción, de la que no han disfrutado hasta hace pocos días. «Con el frío que hace ya desde hace semanas hemos tenido que comprar radiadores de aceite, porque, aunque llevamos aquí tres meses, hay instalaciones que no están preparadas para hacer una vida normal», comenta E. G. S.

El principal problema, sostienen, es que «podían atender nuestras reclamaciones cuando llamamos, pero no lo hacen, y todavía estamos pendientes de que nos solucionen algunas deficiencias que encontramos en verano cuando entramos a vivir, como son las persianas, que están atascadas en casi todos los domicilios desde el primer día, algunos enchufes al descubierto, o timbres que no suenan», explica A. J. C.

Todos estos problemas no los tienen los que en noviembre de 2008 solicitaron una de las 19 viviendas en régimen de compra que también ofertó Vipasa, porque todavía no han recibido las llaves de sus pisos. A pesar de que ha transcurrido un año desde que presentaron su candidatura a adquirir uno de los inmuebles situados en el segundo de los bloques construidos, y varios meses desde el sorteo de los mismos, que tuvo lugar en marzo de este año, los adjudicatarios aún no tienen noticias sobre cuándo podrán ocupar las viviendas. Inicialmente, Vipasa se fijó el mes de julio como plazo para que estos 19 inmuebles fueran ocupados, pero los adjudicatarios están enfrascados desde entonces en negociaciones con las entidades financieras.