Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

El Plan General de Ordenación Urbana de Carreño se encuentra en la recta final. Los grupos políticos revisarán hoy mismo el contenido final de un documento que, paralelamente, está siendo supervisado por los servicios jurídicos de la Mancomunidad del Cabo Peñas y que será llevado a aprobación inicial durante el mes de diciembre, según adelantaron fuentes de la concejalía de Urbanismo.

El nuevo documento que regirá el urbanismo del concejo durante los próximos años y que se comenzó a redactar en el año 2001 prevé la ampliación del núcleo urbano de Candás hasta una nueva frontera, situada en el barrio de El Regueral, así como el crecimiento sostenido de los núcleos rurales en función de su población. Por otra parte, y respecto a los terrenos de la Ciudad de Vacaciones de Perlora, no se producirá ningún cambio con respecto al texto anterior, aún vigente, por lo que las futuras apuestas en el complejo tendrán que ajustarse a la normativa vigente desde 1993.

Así las cosas, en diciembre se producirá en el Pleno la aprobación inicial del documento de planeamiento, que recoge todas las modificaciones sobre el suelo carreñense para la próxima década. Una vez aprobado, el texto será expuesto a un largo proceso de revisión por parte de los vecinos y demás colectivos, que podrán alegar, para después ser remitido a la CUOTA, que trabajará con el Ayuntamiento para crear un texto refundido. Esta versión última del documento deberá también ser expuesta a alegaciones y a una aprobación final que cerrará el largo proceso, previsiblemente ya en 2011.

En lo referente a la ampliación del núcleo urbano candasín, los promotores del texto han fijado una nueva frontera hasta la cual se permitirá urbanizar y que se sitúa alrededor de la línea que fija la carretera de Candás a Luanco, a la entrada del barrio de El Regueral. Por el Norte, Candás podrá crecer también hasta su límite con Gozón, a partir de la conocida urbanización de El Llagarón y paralela a la de Piñeres.

En la zona rural, el objetivo del gobierno ha sido que las parroquias que más necesidad de crecimiento tienen puedan hacerlo, según apuntaron. Por ello, las de Perlora o Guimarán, principalmente, verán ampliada su zona de edificabilidad, mientras que en otras zonas más dispersas del concejo se mantendrá el carácter rural de sus construcciones y volumetría.

Destaca especialmente el caso de Perlora, ya que sus vecinos pudieron reunirse con los dirigentes durante la tramitación del PGOU. Los vecinos transmitieron al gobierno sus peticiones, que pasan por poder mantener a sus familiares en la parroquia mediante la construcción de viviendas unifamiliares en terrenos en los que ahora no se permite construir. Las peticiones perlorinas fueron tenidas en cuenta para la redacción del texto.

También en Perlora, pero con diferente resultado, el PGOU definirá los futuros usos del suelo, en el caso de la Ciudad de Vacaciones. Las empresas adjudicatarias del contrato para su explotación no podrán variar las condiciones de edificación actuales, y que están vigentes desde 1993, ya que el nuevo documento de planeamiento no modifica su urbanismo y, por lo tanto, su proyecto deberá ajustarse a él.

La pretensión del gobierno en lo referente al casco urbano candasín es que la villa, como todo el concejo, tenga la base legal para crecer en los próximos años, si es que la necesita, lo que entre otras cosas también permitirá fijar población.