Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

El gobierno de Carreño tendrá que rectificar de nuevo, por segunda vez en menos de un año, dos pasos de peatones elevados construidos en la red de carreteras del Principado que se encuentran en la calle Escultor Antón de Candás. Una orden de la Dirección General de Carreteras los obliga a ello, al superar la anchura y la altura permitidas, según informaron desde la concejalía de Urbanismo. Según esa orden, los pasos no se construyeron conforme a ley, y deberán ser modificados para adecuarlos a la normativa.

El gobierno ya había efectuado la modificación de más de media docena de pasos de peatones de nueva creación, incluidos los dos de Escultor Antón, debido a las quejas de los usuarios, aunque volvieron a hacerse de forma irregular, como denunció la Unión Independiente de Carreño. Sin embargo, es ahora Carreteras quien dice que los dos pasos que se encuentran en una vía de su competencia son ilegales, ordenando su arreglo.

Según explicó Ramón Artime, portavoz de UICA, «en la misma situación que los dos pasos de cebra de Escultor Antón se encuentran todos los demás, ninguno cumple la instrucción del Ministerio de Fomento».

No obstante, señala, Carreteras sólo tiene competencias sobre los suyos, en la red regional. Así pues, según el edil independiente, el gobierno debería en realidad reformar de nuevo todos los pasos.

Artime mantuvo un pulso el pasado mes de abril con el gobierno al advertir de que los pasos son ilegales, y que estaban provocando el malestar de la ciudadanía. El gobierno dijo entonces que el edil hacía una lectura «errónea» de la ley. «Ahora Carreteras nos da la razón, y el gobierno tendrá que rectificar por segunda vez».

El gobierno ya tuvo que reformar la mitad de los pasos de peatones elevados que construyó el pasado mes de abril con el fondo estatal anticrisis. La modificación de estos pasos de cebra se hizo efectiva en las calles Bernardo Alfageme, Escultor Antón, Fernández Ladreda, Reina María Cristina y Pardies. De este modo, el gobierno tendrá que dar marcha atrás y realizar una tercera obra, al menos en los de Escultor Antón, al superar en anchura y altura los límites permitidos.