Ceceda (Nava),

Gonzalo BENGOA

Tienen mucho miedo por la agresividad de dos perros sueltos por el pueblo. Es lo que denuncian vecinos del núcleo rural de Fresnadiello, en la parroquia de Ceceda (Nava), que temen cada día el ataque de estos animales.

De momento los temores provienen de los ganaderos de la zona, porque los perros atacan al ganado que pasta en las praderas del pueblo. «Siempre están sueltos por la noche y es cuando los ataques se hacen más evidentes», denuncia Toña Sebares, ganadera de Fresnadiello, que estos días está pendiente de salvar la vida a una de sus vacas, malherida por los ataques de los perros. «No creo que sobreviva», lamenta la vecina, quien apunta que otras ocho vacas fueron víctimas de los ataques de los perros.

«Lo peor es que nadie se hace cargo de los ataques», denuncia la ganadera, quien advierte de que los seguros tampoco asumen estas acciones y de que debe ser ella quien pague las facturas de los veterinarios.

No es la primera vez que la ganadería de Toña Sebares sufre la agresividad de los canes. La vecina asegura que el pasado año los perros atacaron a trece de sus vacas, todas ellas de la raza asturiana de los valles. Según la ganadera, los perros prefieren atacar a las vacas pintas que a los ejemplares de la raza asturiana de la montaña. «La vaca roxa tiene mejores cuernos para defenderse», argumenta la ganadera.

Los ganaderos afectados denunciaron esta última agresión de los perros a la Guardia Civil, y agentes del Seprona se trasladaron a Fresnadiello para conocer los detalles. «Esperamos que se busquen y encuentren soluciones», expresó Toña Sebares. «Los perros tienen dueño, pero no responden a pesar de los ataques», denuncian los vecinos, quienes aseguran que «cuando llega la noche los dejan sueltos con toda la agresividad acumulada». También se ha visto a los perros sueltos por el día, «lo que supone un peligro para los vecinos, especialmente para los niños», advierte César Junco, otro ganadero del pueblo. El vecino asegura que los agresivos animales se lanzan a los motoristas cuando circulan por los caminos y que ya mordieron a una señora.