El ruido provocado por los policías locales reivindicando mejoras salariales movió ayer al alcalde de Carreño, Ángel Riego, con el respaldo de todos los partidos políticos, a cerrar las puertas del Ayuntamiento en el transcurso de un Pleno municipal. La medida impidió que los vecinos pudieran acceder a un acto público, como es la sesión plenaria, una vez que dio comienzo. La teniente de alcalde municipal, Áurea Gutiérrez, justificó el cierre a causa del ruido que impedía el transcurso de la sesión. A pesar de la medida, los manifestantes -en la imagen- continuaron protestando a las puertas del Ayuntamiento, informa B. FERNÁNDEZ.