Alto de Aboño,

Braulio FERNÁNDEZ

Los vecinos de Aboño y su entorno piden al Ayuntamiento de Carreño que paralice las obras de derribo de edificaciones en el Alto de Aboño promovidas por la Autoridad Portuaria de Gijón. Estas actuaciones, que no cuentan con licencia municipal, han supuesto la desaparición ya de un casa mariñana, una fuente pública, la escultura de «La Chata», varias placas y una cuadra, según indicaron desde la Asociación de Vecinos de San Lorenzo del Alto de Aboño.

«Queremos que el Ayuntamiento ponga freno al acoso que la Autoridad Portuaria está ejerciendo sobre este barrio», se quejan en la asociación del Alto de Aboño. Ellos han seguido paso a paso los movimientos del Puerto de Gijón en la zona y creen que «hasta ahora el Ayuntamiento de Carreño ha actuado con pasividad».

Tal es así que con fecha de 29 de diciembre, la asociación se dirigió al Ayuntamiento para alertar de las intenciones de El Musel. En su carta, pedían además un duplicado de la licencia de derribo en caso de existir. «A esa petición no recibimos respuesta, y ya hace tres semanas de ello, de manera que el 5 de enero las palas vinieron y se llevaron varias edificaciones y elementos, aunque antes ya habían derribado alguna cosa más», denuncian los vecinos.

Por su parte, el colectivo de Xivares, perteneciente a una urbanización junto al Alto de Aboño, al conocer la noticia del derribo de varias edificaciones en el monte, señaló que «es exigible el cumplimiento de la legalidad vigente, que se paralice la obra». Para los vecinos, una vez paralizada la obra, que no ha contado con licencia municipal, «el Ayuntamiento debe actuar ejemplarmente contra la Autoridad Portuaria, imponiéndole una multa, por la prepotencia con que trata los asuntos en Carreño», según indicó el portavoz del colectivo, Javier Rubio.

Los servicios jurídicos municipales trabajan mientras tanto en un informe que muestre los pasos a seguir por el Ayuntamiento en cuanto a la actuación de El Musel. Aún no se ha tomado ninguna decisión, según indicaron fuentes gubernamentales, pero se espera una respuesta en los próximos días. Esta respuesta consistirá en la paralización o no de los trabajos en el Alto de Aboño, en función de la necesidad de contar con licencia municipal para ello, aunque todo apunta a que era necesario un permiso.

Desde la oposición, por su parte, se mostraron ayer cautos respecto a lo ocurrido en Aboño y que tales derribos sean un primer paso para el desmonte. «Hay que esperar al informe de los abogados para ver qué pasa», explicó el portavoz del PP, Celestino Gutiérrez.