Candás, Braulio FERNÁNDEZ

El Ayuntamiento de Carreño rehabilitará por fin, después de varios años de quejas, el local del Club Náutico de Carreño en el muelle. Sin embargo, la reforma de este edificio ruinoso, que costará un máximo de medio millón de euros, no será para el uso y el disfrute de los integrantes del Club Náutico, a los que el Ayuntamiento derivará a otras instalaciones, sino para la posterior creación de una cafetería y una estación náutica. Esta estación será para el uso de los pescadores deportivos, mientras que al Náutico le ha sido ofrecida una caseta de aperos cercana como alternativa a su local. La entidad agrupa a 150 niños en distintas disciplinas deportivas.

La decisión de desalojar al Club Náutico del edificio del muelle fue tomada por los grupos políticos, que así lo refrendaron en el Pleno, mediante la aprobación de los planes regionales y estatales de inversión, de tres millones de euros. La medida ha causado malestar en el seno del club deportivo carreñense, que en los próximos días convocará una junta para informar de las reuniones mantenidas por la directiva con el Ayuntamiento respecto a la reforma del local.

«Inicialmente pensábamos que tendríamos que compartir el local del muelle con alguna otra asociación, pero nunca que nos sacarían de él», explicó ayer el presidente del club, Luis Alfonso Prendes. En los últimos años, el dirigente se puso en contacto repetidas veces con el Ayuntamiento para tratar de encontrar una solución al estado ruinoso que presentaba su local, ya que, sin su adecuación, el club no podrá retomar su actividad náutica, dedicada fundamentalmente a la vela. La posibilidad de desarrollar dicha actividad queda prácticamente cercenada con el traslado del Náutico a otro local menor.

El Ayuntamiento de Carreño celebró anteanoche un Pleno bajo la custodia no sólo de la Policía Local, a la entrada de la Casa Consistorial, sino también de la Guardia Civil. La Benemérita fue requerida por el alcalde, el socialista Ángel Riego, a causa de los incidentes producidos en la anterior sesión plenaria por los trabajadores, precisamente, de la Policía Municipal, en protesta por su situación. Los altercados obligaron a cerrar las puertas de la sala de plenos. La sesión del jueves se desarrolló sin incidentes, con la presencia de cuatro agentes de la Guardia Civil a las afueras del Ayuntamiento. Por su parte, los trabajadores policiales no faltaron a la cita, aunque se mantuvieron en silencio durante toda la sesión dando la espalda a los concejales (en la foto), informa B. F.