Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

El centro de día de Candás sigue cerrado, cuando se cumple más de un año desde que finalizaron las obras. Desde la asociación de vecinos local se han producido quejas por lo que consideran «un paro forzoso de un servicio que debió entrar en funcionamiento a finales de 2008». El principal problema, denuncian, es que aún no hay fecha para la apertura, en una infraestructura «de las más demandadas por los vecinos del concejo, ya que se trata de un centro fundamental para desarrollar la ley de Dependencia en el municipio, y que albergará también el centro de apoyo a la integración», según explicó el presidente del colectivo, Luis Fernández.

De hecho, y para poner de relieve la necesidad del centro que tiene el municipio, Fernández recordó que los vecinos del municipio en la actualidad llevan a sus mayores al centro de día de Luanco (Gozón).

El centro social y de día del municipio vecino tiene 21 plazas, de las cuales siete son ocupadas por vecinos de Carreño. Pero además, y según datos facilitados por la dirección del centro luanquín, hay otros 16 vecinos carreñenses que se encuentran en lista de espera para poder ocupar una de las 21 plazas del centro. Dicha infraestructura fue creada en 1993, contando desde el principio con personas mayores de los dos municipios de la comarca de Peñas, al ser el único en la zona.

Según indicaron fuentes municipales, el centro de día de Candás está a la espera de que finalice la instalación del mobiliario y la contratación del personal necesario para abrir. Es precisamente este último trámite el que más problemas está ocasionando, ya que las previsiones indican que la infraestructura necesitará contar con aproximadamente una decena de trabajadores, con unos gastos que podrían rondar los 120.000 euros.

Con menor número de plazas -el centro de día de Luanco tiene 21 y el de Candás rondará la treintena-, el centro gozoniego dispone de más de diez trabajadores. Para la apertura del centro de mayores será necesaria la contratación de, al menos, un gerente, un trabajador social, un psicólogo, un terapeuta, cuatro o cinco auxiliares de clínica, varios conserjes para varios turnos, al margen del personal que lleve a cabo las funciones del transporte.