El Pleno de Siero ha decidido paralizar el bulevar. Una obra que hace un par de meses era imprescindible para el futuro de la Pola ahora es accesoria. Todo correcto y perfectamente explicable en la oposición popular y el cambio de color del gobierno municipal, pero con varios interrogantes, entre ellos la abstención del PSOE, que había impulsado la obra. La clase política de Siero nunca dejará de sorprendernos. Toda esta historia me recuerda a «El gran Carnaval», aquella brutal película de Billy Wilder en la que un pobre desgraciado se quedaba atrapado en un pozo y un periodista sin escrúpulos (maravilloso Kirk Douglas) trataba de sacar tajada de la situación a costa de la vida del tipo. Sólo que ahora es la población la que está atrapada en el pozo, y los políticos son los que tratan de sacar tajada. Me siento como uno de aquellos zagales que Platón colocaba en su caverna: hombres condenados, maniatados en la oscuridad, que apenas podían ver las sombras de algunos objetos. Adivinen quiénes portan los objetos...