Grado, Lorena VALDÉS

Las obras de acceso a la villa de Grado en la carretera N-634, entre la glorieta de Peñaflor y el Puente, no estarán listas al menos hasta dentro de cinco meses. Así lo aseguraron ayer fuentes del Ministerio de Fomento a LA NUEVA ESPAÑA. El proyecto, que afecta a un tramo de algo más de un kilómetro, se puso en marcha en 2007, con un plazo de ejecución de doce meses, y acumula ya casi dos años de retraso, una circunstancia que ha provocado gran malestar en el Ayuntamiento y en los vecinos afectados. Fomento justifica esta tardanza porque «la construcción anárquica de las naves industriales del polígono de Peñaflor no permitió hacer un trazado lineal y exigió un modificado en el proyecto del cual se está ultimando el presupuesto».

Fomento tiene previsto que las obras en la zona más próxima a Peñaflor, que incluyen dos vías de servicio y la mejora de los colectores de agua, se reanuden próximamente, puesto que el proyecto técnico ya ha sido aprobado. Con respecto al tramo ubicado justo a la entrada de la villa, el Ministerio destaca que «en él nunca se han paralizado las obras y los operarios ultiman estos días el aglomerado y la pintura, así como la iluminación. Ya está prácticamente terminado».

El concejal de Urbanismo, Alejandro Patallo, expresó la preocupación del Ayuntamiento por «el retraso en la ejecución de un proyecto con un plazo de ejecución de un año y que, inexplicablemente, aún no ha finalizado». Patallo añadió que «la obra está concebida para mejorar la seguridad de los peatones y del tráfico y, precisamente, la demora en los trabajos tiene como consecuencia el efecto contrario».

El edil de AIGRAS aseguró que «el Ayuntamiento ha recibido una gran cantidad de quejas de los vecinos», no sólo por las propias obras, sino también «por las deficiencias del proyecto. Pedimos a Fomento que termine de una vez por todas esta obra, que está dando una pésima imagen de gestión», concluyó el teniente de alcalde moscón.

José Suárez Fernández, presidente de la Asociación de Vecinos de Peñaflor, se sumó a la reivindicación municipal. «A los vecinos, esta obra nos ha perjudicado muchísimo, no tenemos aceras, tenemos que ir caminando por la carretera, con el consiguiente peligro. En este tramo hay dos grandes supermercados y muchas personas vienen caminando a comprar. Además, no hay una señalización adecuada, los coches pasan como balas y cualquier día va a haber un disgusto», sostiene el presidente del colectivo.

A los habitantes del núcleo de Peñaflor les preocupa también la imagen de los visitantes que cada domingo se acercan a Grado para disfrutar del popular mercado tradicional. «Este tramo enlaza con la salida norte de la autovía Oviedo-Grado y mira con qué papeleta se encuentra la gente, quién sabe cuándo terminarán las obras».

Los vecinos también esperan que el lunes se retomen las obras de las aceras, paralizadas desde hace más de cinco meses. La actuación está incluida en el «plan E» (224.800 euros) y deberá estar lista en junio.