Pola de Siero,

Manuel NOVAL MORO

Siero no se caracteriza, precisamente, por su gran riqueza patrimonial. Tiene algunos edificios valiosos, y se podría decir que lo que define al municipio en cuestión de patrimonio tiene una connotación negativa. Porque, con algunas excepciones entre las que se podrían contar la iglesia de San Esteban de Aramil o la plaza de abastos de la Pola, el municipio ha asistido impasible al deterioro de su patrimonio arquitectónico, y buen ejemplo de ello son cuatro edificios catalogados que se encuentran en muy mal estado: el edificio histórico del Águila Negra, en Colloto; la nave de Ildefonso Sánchez del Río, en Viella, y los palacios de Celles y Aramil.

El propio alcalde, José Antonio Noval, ha criticado el estado «lamentable» de la nave de Sánchez del Río de Viella y anunciaba su vocación de intentar que los edificios que tengan la máxima catalogación se conserven en buenas condiciones. «Las catalogaciones no se hacen para el archivo del Ayuntamiento, sino para llevarlas a buen puerto», señaló.

Lo cierto es que los que peor futuro parecen tener son el palacio de Celles y la nave de Sánchez del Río. Hasta ahora, no se ha hecho nada para evitar que su deterioro, que es considerable, siga avanzando. El edificio del Águila Negra, en cambio, deberá ser restaurado por sus propietarios conforme a un convenio con el Ayuntamiento de Siero y a una orden posterior del Consejo de Patrimonio. Y el palacio de Aramil también podría recuperarse próximamente, aunque la crisis de la construcción ha frenado esta actuación. El Ayuntamiento de Siero había firmado un convenio con los propietarios del palacio en 2006 por el que éstos sellaron su obligación de restaurar el palacio, que se podría destinar a usos hosteleros. Además, dieron al Ayuntamiento de Siero 750.000 euros como compensación más 510.860,29 euros para la construcción del depósito de agua en Espinera, en Lieres, y la red de abastecimiento hasta la propia parcela.

A cambio, el municipio autorizó a la empresa la construcción de 70 viviendas. La propiedad deberá ceder siete parcelas al Ayuntamiento, para que las saque a subasta, y participar en la subasta, en la que la suma de las parcelas tiene un valor mínimo de 250.000 euros.