Nava,

Mariola MENÉNDEZ

Las condiciones que los propietarios del palacio de la Cogolla negocian con el Consistorio naveto para ceder de forma permanente este inmueble del siglo XVI y sus jardines ha generado el debate entre los vecinos. Los dueños piden como contraprestación poder construir 108 viviendas en dos fincas aledañas.

La edificación que mandó construir Domingo Álvarez de las Asturias forma parte de la propia historia del municipio y constituye un emblema para éste. De hecho, la naveta Araceli Estrada recuerda cuando el lugar era elegido por muchos novios para posar en sus fotografías de boda. Considera que ésta es «una buena oportunidad para negociar con los propietarios y que se salve el "castillo"». Pero rechaza que la urbanización proyectada se convierta en un «avispero», empleando la misma expresión del alcalde, Claudio Escobio. Estrada sentencia: «De niña escuchaba que cuando don Pelayo iba camino de Covadonga dijo: "Nava, nunca serás nada" y ahora sí puede ser algo».

Otro vecino, Manuel Estrada, también se muestra de acuerdo con la cesión del palacio de la Cogolla al Ayuntamiento. «Me parece bien». Destaca que constituye un ambicioso proyecto para el concejo, que siempre tuvo las miras puestas en esta edificación, un bien catalogado y cuya superficie construida ronda los 1.200 metros cuadrados. Esteban García se une a este foro vecinal. Del palacio asegura: «Es lo único que tenemos en Nava». Y destaca su importancia histórica y arquitectónica dentro del patrimonio civil del municipio.

Álvaro Canto apunta que el planteamiento de los dueños «está bien», aunque matiza que son «muchas» las viviendas proyectadas. En lo que respecta a la cesión del palacio, aboga por la negociación porque es un edificio «importante y muy guapo». Faustino Fernández aprueba estas condiciones siempre que «se respete una distancia entre las viviendas» y destaca el significado especial que para el municipio tiene esta construcción que la ve apta para desarrollar un «proyecto social». Francisco Benavides cree que la propuesta de la propiedad «rompe el encanto del pueblo, pero el Ayuntamiento gana con la cesión».

El cronista oficial de Nava, Leocadio Redondo Espina, matiza que la única información que maneja es la que ha leído en LA NUEVA ESPAÑA. Destaca que la importancia del palacio dentro de la arquitectura civil del municipio es «indudable», ya que «después del de la Ferrería sería la máxima referencia». Redondo agrega que «parece lógico pensar que cuando se pretende conseguir la cesión del edificio se cuente ya con un plan para optimizar su gestión». Concluye que los miembros de la familia Uría, descendientes de los Álvarez de Asturias, fueron «figuras muy importantes en la historia de Nava de finales del XIX y principios del XX».