Villaviciosa,

Mariola MENÉNDEZ

Los vecinos de la zona del puente Huetes, en Villaviciosa, niegan que esta construcción haya sido la causante de las inundaciones al obstaculizar el paso del agua, como sostiene la oficina técnica municipal, que ha solicitado a la Confederación Hidrográfica del Norte un nuevo paso. Los residentes del barrio rechazan que se construya una nueva infraestructura para salvar la cola de la ría de Villaviciosa porque consideran que constituiría un peligro para sus viviendas. «No pueden echar ahora la culpa a un puente que lleva ahí 70 años», manifiesta Ernesto Álvarez, que vive en una casa que levantada hace más de doscientos años. Además, se conoce bien el terreno porque, al igual que Francisco Menéndez, asegura ser descendiente de los antiguos gabarreros que transportaban desde El Puntal la arena empleada entonces en las labores de construcción.

Estos vecinos manifiestan que llevan más de ocho años denunciando el riesgo de inundaciones, desde que se acometieran las obras del túnel bajo la ría, la urbanización de La Barquerina y el paseo del río Linares. Los responsables municipales nunca les han escuchado.

En octubre de 2003 ya alertaban del riesgo que entrañaba depositar en el propio estuario la tierra sacada tras la construcción del túnel sobre la ría. Decían entonces que la margen derecha de la marisma se encontraba «muy por encima del nivel anterior y superando la margen izquierda, con lo cual se ha generado una barrera para el desahogo del agua en caso de riada, con el consecuente peligro de inundaciones». Hace siete años también advertían de que la sala de bombas de la citada construcción se convertía igualmente en un muro de contención, con evidente riesgo. En el mismo escrito, que dirigían al entonces alcalde de Villaviciosa, Asensio Martínez Cobián, los vecinos denunciaban «el relleno del cauce de la ría en el tramo en el que se han desarrollado las obras, con la consiguiente disminución de espacio para el paso del agua», un problema que se agudizaría en caso de riada. Igualmente, criticaban la eliminación del antiguo canal de desahogo de las fincas y la creación de un camino que comunica con las salas de bombeo «muy por encima del nivel» de los terrenos.

Otra obra considerada perjudicial por los vecinos en tanto consideran que aumenta el riesgo de inundaciones en Villaviciosa es la de urbanización de La Barquerina. El propio Ernesto Álvarez grabó en 2007 un vídeo en la zona en el que advertía de la alta probabilidad de que el entorno se anegase más de lo habitual. Entonces ya aventuraba, y hoy los hechos vienen a ratificarlo, que la tierra obtenida de las edificaciones que se empleó para elevar el nivel de La Barquerina en más de un metro constituiría una nueva barrera artifical, con los riesgos que ello supone, ya que «el desbordamiento natural del río siempre fue ahí y por El Salín», señala Francisco Menéndez.

Hace tres años, los vecinos ya vaticinaban que, en caso de crecida, el agua buscaría salida hacia La Oliva, como así ocurrió. Lamentan que entonces tampoco ninguna autoridad escuchara sus advertencias.

Los vecinos de Huetes comparten con otros maliayeses la creencia de que las obras del paseo del río Linares influyeron en la magnitud de las inundaciones de Villaviciosa, ya que el agua, en lugar de ir hacia la zona del Serida como acostumbraba, descargó su furia contra Les Colomines. La potencia del caudal se unió a una importante pleamar que buscó salida hacia El Salín y La Oliva. Los residentes afirman que esta riada no les afectó más que otras. Ellos son conscientes de los riesgos que entraña vivir en una zona inundable y cada invierno se preparan para reducir los daños. Además de la eliminación de estos diques, proponen crear «un canal de desahogo de La Barquerina a El Salín, atajando los meandros».