Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

El cambio de ciclo del puerto de Candás está próximo a vivir su último capítulo, que tendrá lugar cuando finalicen las obras de construcción de una estación náutica a la entrada del muelle. Por el momento, el Ayuntamiento de Carreño ya ha adjudicado a la empresa Basemat Proas 2004 el contrato para convertir el viejo local del Club Náutico en un nuevo edificio destinado a servicios permanentes para la actividad náutica. Con su consecución, se pretende ordenar la actividad deportiva del puerto de Candás, creciente en los últimos años, y obtener para la capital de Carreño un sello de calidad del que en Asturias sólo disfruta el puerto de Llanes. Pero la reforma de este edificio, conocido en Carreño como el del Náutico, no es un cambio más. Es sintomático de un cambio de ciclo: el que fuera uno de los más importantes puertos pesqueros de Asturias está a punto de convertirse en un reclamo más para el turismo.

Las obras de reforma del local, aquejado de graves deficiencias estructurales, costarán al municipio 424.670 euros y servirán para crear un edificio de dos plantas. De ellas, la planta baja a una estación náutica. La planta primera, por su parte, albergará una cafetería y un local de control meteorológico. Las obras durarán seis meses, y empezarán en las próximas semanas.

Capital de la pesca gracias a la industria conservera, Candás y su puerto han sobrevivido desde el siglo XVI a base de reformas que, lejos de ser meros arreglos, han ido moldeando su carácter, transformándolo en función de las necesidades de cada centuria. Las del XX eran la salazón o el escabeche, mientras que las del XXI serán el turismo y la práctica deportiva. O esa es la lectura, al menos, que han realizado los gobernantes locales, responsables de salvar la vida del elemento más genuino de Candás. Un lugar de trabajo, pero también de ocio y esparcimiento.

Desde finales del siglo XIX, y hasta los años 80, se calcula que han operado en Candás más de 120 vapores mayores de diez toneladas, en el caso de los tiempos remotos, o en torno a la treintena de motopesqueros mayores de diez toneladas en tiempos más recientes. Eso por no mencionar las embarcaciones que sin tener sede en el puerto de Candás han desarrollado su actividad en sus alrededores. Sin embargo, en la actualidad, la Cofradía de Pescadores local cuenta tan sólo con una treintena de socios, mientras que se encuentran registradas una docena de embarcaciones profesionales. La actividad pesquera candasina ha decaído a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, paralela al auge de la industrialización pesada en la comarca.

Con posterioridad al éxodo de los pescadores hacia la siderurgia, surgió la más importante reforma del puerto, que lo transformó totalmente. La propia Dirección General de Pesca inició en 1999 la tarea de relanzar la importancia pesquera en la localidad, para lo cual ejecutó obras por valor de varios millones de euros. Actuaciones que sigue realizando en la actualidad. Sin embargo, se buscan alternativas de futuro para el puerto, para lo que muchas de estas iniciativas están encaminadas a dotar al muelle de un carácter turístico y deportivo, que atraiga embarcaciones de color blanco que pueblen los amarres candasinos. De hecho, en la actualidad ya son mayoría los barcos de este tipo.

La última y definitiva de estas actuaciones, encaminadas a la transformación del puerto de Candás, es la creación de la estación náutica junto a la vieja dársena interior. Este edificio, en auge en otras comunidades autónomas, pero que en Asturias slo existe en el puerto de Llanes, tiene como objetivos poner al alcance de todos la posibilidad de practicar un deporte ómarino. Según datos de la asociación española de estaciones náuticas, los destinos de las estaciones náuticas pasan un «exhaustivo control» a cambio del cual reciben un sello de calidad. El proyecto de las estaciones náuticas está avalado por las consejerías de Turismo de siete comunidades españolas, entre las que se encuentra la asturiana.

«Una estación náutica es una asociación de empresarios cuya finalidad es la de promover su destino como puerto especializado en deportes y actividades náuticas», según la propia asociación. Así, las estaciones náuticas ofrecen a los usuarios la posibilidad de practicar de forma abierta actividades como la vela ligera, el windsurf, la pesca en alta mar, submarinismo o hacer uso de motos o esquís náuticos, algo reservado hasta ahora en Candás a los propietarios de los equipamientos para cada especialidad. Se perfila como un atractivo para desnivelar la balanza a favor del turismo, en el viejo puerto que durante buena parte del siglo XX fijó los precios de las lonjas de Asturias. Ahora, el muelle candasín está apunto de salir de su última crisálida.