El tejo que se hizo santo en Fresno

Mariola MENÉNDEZ

Los vecinos de la localidad cabranesa de Fresno celebraron ayer su fiesta de San Antonio de Padua con un triple estreno, que además contó con la bendición del obispo auxiliar Raúl Berzosa.

La capilla del pueblo ya luce su nueva campana, después de que el prelado la rociara con agua bendita, ayudado por una rama de laurel, y de que uno de los vecinos, Pepe Teja, se subiera al tejado para colocarla. Es de bronce fundido y pesa 25 kilos. Sustituye a la antigua, que al estar rota por tres lados su sonido ya era muy deficiente. En principio se pensó refundirla, pero el párroco Gaspar Muñiz explica que optaron por indultarla, porque al bajarla del campanario se descubrió una inscripción latina con el nombre de Santiago el Mayor. El sacerdote agregó que «al ser año jubilar compostelano, se decidió indultar el instrumento, de 1921, y darle lugar próximamente en las inmediaciones de la capilla».

Además, el pueblo de Fresno paseó orgulloso a dos nuevas imágenes, las de San Jerónimo y Santa María, que se unieron a la procesión posterior a la misa dominical, al igual que los ramos, en la fuente Cortina. Fueron portados por varios feligreses ataviados con el traje regional, aportando el toque folclórico a la celebración.

Estos santos tienen un significado especial para Fresno, porque un vendaval arrancó un tejo centenario próximo a la capilla sin que fuera viable su replantación. Y los vecinos optaron por darle un nuevo sentido al árbol aprovechando su madera. «Queríamos mantener un árbol que durante tantos años dio compañía y sombra al templo, se viese ahora acogido por él», indica el párroco.

Así, le encargaron al reconocido artista José Cuadra que tallara las imágenes, a las que dio forma después de seis meses de trabajo. El escultor cabranés, afincado en Villaviciosa, reconoce sentirse «orgulloso» del resultado final. Confiesa que a la dureza de la madera de tejo se sumó la dificultad de lograr mover a la devoción, más allá de la pura belleza estética. Apunta que es autodidacta en lo que respecta al arte religioso, por lo que opta por «meter en un bote» varios ingredientes que ha logrado mezclar con sabiduría. Indica que añade sus «dificultades e ignorancia», que ha aderezado con éxito con su «deseo estético y religioso». Los santos dan continuidad desde ayer en la capilla de Fresno al viejo tejo.