Muros de Nalón,

Lorena VALDÉS

Al «speaker» -revelación este verano- de la Selección Española de Fútbol, el portero Pepe Reina, le ha salido un duro competidor en la playa de Aguilar, en Muros de Nalón. El coordinador del equipo de salvamento del concurrido arenal, el policía municipal José María Selgas, ameniza cada día la estancia a los bañistas, megáfono en mano, con ocurrentes «cuñas» -como él llama a sus intervenciones- con las que logra captar su atención y, lo más importante, que la mayoría siga sus recomendaciones para un baño seguro. Su sentido del humor y su verborrea ya son famosas en una de las playas más concurridas de la región, que recibe en un día de sol y calor a miles de personas.

«Lo sentimos, señores, pero hoy el mar está para mojarse nada más que las rodillas. Pero podemos hacer otras cosas? como jugar al fútbol, ¡que para eso somos campeones del mundo!». «Cuidadín, cuidadín, cuidadín hoy con el mar». Cuando Selgas habla, la gente escucha en la playa de Aguilar. Sus mensajes directos y cercanos atraen la atención de pequeños y mayores. «Es una fórmula mágica que nos hemos inventado para llegar a los bañistas y que está funcionando muy bien, pero hay que recordar que las playas las hacen seguras los usuarios», explica el ya famoso policía de Muros de Nalón.

Preocupado porque su protagonismo involuntario eclipse el trabajo de los socorristas de su equipo, Selgas quiere resaltar, sobre todo, la importancia del servicio de salvamento. «Esta profesión está poco valorada. Mucha gente piensa que son los dandis de la playa, que no hacen nada más que tomar el sol y ligar, pero aquí estamos para salvar vidas y formamos un excelente equipo. Las "cuñas" son una anécdota, una ayuda en nuestro trabajo diario, pero no la panacea», añade.

Lo quiera o no, lo cierto es que los discursos improvisados de Selgas calan en los ciudadanos, incluso en los más duros. «Un día, los bañistas no hacían ningún caso a la zona delimitada para el baño por dos grandes banderines. Así que cogí el megáfono y dije: "no hace falta tener un título universitario para saber dónde hay que bañarse". En cuestión de segundos, todo el mundo estaba en el lugar adecuado», recuerda el coordinador.

Este verano está siendo especialmente tranquilo y el equipo de José María Selgas sólo ha tenido que efectuar tres rescates. «Los días de mayor afluencia, en la playa y en su entorno se concentran unas 12.000 personas y siempre hay despistes y también bañistas que no saben nadar y no hacen caso. Algunos se creen que son el vigilante de la playa Mitch Buchanan y luego vienen los problemas».

La bandera amarilla es la que ondea más frecuentemente en la playa. «Los bañistas, cuando ven la verde, no tienen miedo a nada, se creen que hasta pueden ir a los calamares y, cuando está la roja, muchos se vienen a quejar y te dicen: "pero, con el día tan bueno que hace, ¿cómo puede ser que pongáis esta bandera?"» relata con gracia Selgas.

A las siete de la tarde, antes de finalizar el turno, el coordinador se despide de los bañistas en nombre del equipo y les da las gracias por su buen comportamiento. El «speaker» del Aguilar lo tiene claro. «Hay que explotar la megafonía para mentalizar a la gente, todas las playas deberían tenerla. Es necesario buscar nuevas ideas para mejorar la atención a la gente. Echar mano de cualquier cosa para mentalizar a los bañistas... ¡Yo que sé! Si con un streptease a lo "Full Monty" lo consiguiéramos, yo sería el primero que me apuntaría», concluye bromeando.