Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

Las obras de reforma de la plaza de Valdés Pumarino, más conocida como plaza de «Bocata», no están terminadas, según aclararon fuentes de la concejalía de Urbansimo, y no lo estarán hasta después del verano. Al cambio de aspecto del zoco candasín aún le queda pendiente la reforma del pavimento de la calle, que será cubierta con un empedrado similar al actual, aunque nuevo. Ese es el motivo de que aún no se haya producido la inauguración oficial de la placeta, que tendrá lugar en otoño, ya que los trabajos de sustitución del suelo no comenzarán hasta la finalización de las fiestas del Cristo, en el mes de septiembre.

Las obras de reforma integral de la plaza de Valdés Pumarino dieron comienzo en el mes de mayo con el vallado de la zona y el inicio de la demolición de la estructura existente. Los trabajos, que se planificaron de modo que se minimizase la molestia a los vecinos y los comerciantes, concluyeron sólo un mes y medio después, en el mes de junio, con antelación a las fechas estivales, durante las cuales el emplazamiento es lugar de reunión sobre todo de la juventud. La reforma tiene un coste total de 133.293 euros, con cargo a fondos municipales, a propuesta del grupo municipal de la Unión Independiente de Carreño. El objeto de las obras ha supuesto la eliminación de la actual altura del parque, así como del mobiliario formado por bancos y vegetación que hasta ese momento contenía, y su sustitución por una explanada a una sola altura, desprovista de mobiliario salvo en su parte más cercana a la calle que concluye en una escalera, adosada a las edificaciones contiguas. El estilo de la plaza es similar al de otra plaza modificada junto a El Cueto.