Candás, Gonzalo BENGOA

«Y aquí estamos, en la RPA (Radio Panoya Asturiana), narrándoles la entrega de diplomas del curso de monologuismo, mientras no nos compre José Luis Moreno...». El humor más cercano y la crítica ácida de la actualidad volvieron a ser los ingredientes con los que Carlos Alba, «Celleru», amenizó la III Gala del monologuismo asturiano, celebrada el viernes en el teatro Prendes de Candás. Como reivindicación de los artistas asturianos, «Celleru» no pudo evitar la referencia al giro que ha dado la oferta cultural de la Laboral gijonesa.

Para Alba, el monologuismo asturiano, «como parte de la cultura popular viva, es una fuente inagotable de inspiración para analizar la locura del mundo contemporáneo y poner algo de humor crítico y retranquero en un panorama humorístico donde reina el humor blanco, el chiste fácil y cumpliendo formatos de espectáculo impuestos por la televisión».

El monologuismo es un género escénico a medio camino entre la narración y el teatro popular donde un personaje cuenta historias de humor con una expresividad cercana a la del juglar, usando diversos recursos expresivos como el verso o el canto. Lo saben bien los alumnos del séptimo taller de monologuismo cómico asturiano que dirigió un año más, en el teatro Prendes de Candás, «Celleru». Se trata de un género susceptible de una permanente actualización y que se desarrolla en lugares como tabernas, romerías, mercados y hasta en salas teatrales como el Prendes.

La gala también se denomina «El Club de la Madreña», nombre que recibió de un periodista de LA NUEVA ESPAÑA, según recordó ayer el director del teatro Prendes, Alain Fernández. «Un nombre genial para una gala donde se homenajea al monologuismo cómico asturiano», enfatizó Fernández. Los alumnos del taller que dirigió «Celleru» recibieron sus diplomas y la gala sirvió para hacer entrega del premio «Anxelu» de monologuismo, que este año recayó en Ludivino Díaz González, conocido como «Pin de la Cotolla».

El galardonado mostró su satisfacción por recibir el premio que lleva el nombre de «un referente indiscutible del monologuismo asturiano». Aunque no llegó a conocer a «Anxelu», Pin de la Cotolla afirmó que sí leyó sus textos y que intentó «seguir su camino».

El monologuista premiado lleva 31 años dedicado a este género que le hace feliz, por lo que «es inevitable trasmitir esta felicidad al público».

Tras los premios, diplomas y agradecimientos tuvo lugar la actuación de tres monologuistas que no dejaron de hacer reír al público del Prendes. Primero actuó Manuel Ángel Fernández Martínez, finalista del concurso de la TPA «Yes mundial», que arrancó las primeras carcajadas de la noche. Después salió al escenario Cholo Juvacho que incluso hizo llorar de risa a más de uno con sus chistes e interpretó tres canciones. La gala finalizó con la actuación de Pin de la Cotolla, que hizo una reinterpretación del capítulo inicial de la Reconquista.