Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

El Ayuntamiento de Carreño ya ha solicitado a la empresa Hijos de Carlos Albo que solvente el problema del aumento de la población de roedores en el interior de sus instalaciones en Candás. Según explicó la concejala de Urbanismo, Melania Álvarez, «se han recibido numerosas quejas por parte de los vecinos de la zona referentes a la presencia de ratas y de insectos en las calles Carlos Albo, Buenavista, Pedro Herrero y el entorno del parque de Santarúa», motivo por el cual el gobierno local ha optado por dirigirse a la empresa conservera, ahora con sede en Vigo.

El motivo del aumento en la población de ratas podría estar, como reconoce Álvarez, en el cierre de la empresa el pasado año 2009, momento desde el cual las instalaciones no han recibido mantenimiento alguno.

«Esta situación inusual, por la frecuencia de la aparición en estas calles y en los solares de la zona de roedores e insectos, principalmente cucarachas, y por el número de los mismos puede estar relacionada con la falta de limpieza y de mantenimiento de las instalaciones de Conservas Albo en Candás», explicó la edil de Urbanismo.

Álvarez aseguró, asimismo, que «el Ayuntamiento realiza el pertinente y periódico tratamiento de desratización y desinsectación que se aplica a toda la villa, a pesar de lo cual el problema en el entorno de Albo persiste e, incluso, va en aumento». Por ese motivo, el Ayuntamiento se ha dirigido a la empresa conservera, instándola a que «realice una inspección higiénica de sus instalaciones a fin de comprobar el estado de las mismas en relación a la presencia de roedores e insectos», así como para que se adopten todas las medidas que sean necesarias para erradicar las plagas y resolver lo que las autoridades municipales han considerado «un grave problema de salubridad».

Según las quejas recibidas en el Ayuntamiento, preocupa sobremanera la «multiplicación» de la población de roedores en el perímetro de la conservera, por la causa probable de la falta de mantenimiento en las instalaciones de Albo, que lleva desatendida desde la fecha de su cierre, hace más de un año.

Además de las numerosas quejas presentadas por los vecinos de manera individual, la Asociación de vecinos de Candás elevó también su propia protesta al Ayuntamiento.