Bárzana (Quirós),

Roberto F. OSORIO

Vilma Mauricio lleva seis meses sin parqué en una habitación. El pasillo de la casa muestra la huella de la humedad a lo largo de cuatro o cinco metros. Un armario hinchado pide recambio. Cuenta con tres habitaciones, una de ellas inhabitable, y la contigua, de su hija pequeña, ya muestra los primeros síntomas. Vilma comenta que entró en la vivienda en diciembre de 2009 y en enero comenzaron a apreciarse las humedades.

Los vecinos de las viviendas sociales de Bárzana llevan un año soportando humedades. En muchos de los quince pisos repartidos en tres bloques se aprecian las huellas del agua y sus moradores creen que las obras de urbanización del entorno fueron la causa de que la humedad este conviviendo con ellos; pero el agua también entra por el tejado y las paredes.

Los pisos a nivel de calle son los más afectados. La humedad sobrepasa el metro de altura en las paredes exteriores. Suelos húmedos de las habitaciones, parqué hinchado, muebles tirados a la basura y rodapiés y ropa con hongos ya se han convertido en el pan nuestro de cada día.

José Luis Suárez y Amparo Gómez viven en un bajo de otro edificio y sufren un problema similar. El pasillo y una habitación no cuentan con parqué. La habitación matrimonial llegó a tener bastante agua por el suelo, que entraba por el tabique contiguo a la acera. José Luis afirma que se marcharía «hoy mismo si encontrara una vivienda en condiciones en Bárzana». Comenta que el agua entraba por la puerta del portal y bajaba a los trasteros, subterráneos. Ahora ha colocado una rejilla delante del portal para solucionar el problema. Amparo comenta que las puertas no cierran y algún mueble tuvo que ir a parar a la basura.

La problemática no es exclusiva de los vecinos de las viviendas bajas. Melcy Hurtado y Maribel Durán viven en un primero y en un segundo pisos, respectivamente, y sus humedades están en el techo. Manchas amarillas y negras en la habitación matrimonial y en el baño contiguo son comunes a ambas viviendas. Se quejaron por escrito a la empresa Viviendas del Principado de Asturias (Vipasa), encargada de la promoción, que les contestó que se trataba de condensación. Según estas vecinas, la ropa se pone blanca y enmohecida en los armarios. Debajo de la ventana de dicha habitación es preciso poner una toalla, pues «suda» mucho. La toalla es preciso escurrirla varias veces al día.

Según los vecinos, estas humedades provienen del tejado o de la fachada, pues sólo se presentan en los techos. Estas viviendas sociales costaron un millón y medio de euros. No presentan una cubierta típica con teja ni aleros, y los vecinos opinan que Quirós, una zona de alta montaña con muchas precipitaciones, no es el lugar más adecuado para instalar este tejado.

La mayoría de los inquilinos de estas viviendas se encuentran indignados con estos problemas que llevan soportando un año. Están cansados de presentar escritos de queja en Vipasa sin tener ninguna respuesta. Una comisión de vecinos fue recibida en el organismo, pero «sólo nos dan buenas palabras, no soluciones». Están hartos y angustiados, pues convivir tanto tiempo con la humedad, teniendo niños pequeños en alguno de los casos, va a perjudicar su salud con el paso del tiempo.