El Gobierno de Carreño no descarta que finalmente sea necesario rescindir el contrato con Contratas Iglesias y volver a sacar a concurso las obras de construcción del Museo de la Conserva de Candás. Actualmente los trabajos están detenidos debido a diferencias de criterio entre la empresa y la dirección de obra en el precio del proyecto que se quiere ejecutar. Esto ha provocado una revisión por parte del Ayuntamiento de las condiciones de licitación del proyecto, y se ha llegado a la conclusión de que el derrumbe de la fábrica de Ortiz, donde se levantará el museo, ha encarecido los costes de obra, adjudicada a Contratas Iglesias por un millón. La empresa rebajó más del 30% el presupuesto de licitación, de 1,2 millones.

«Se va a hacer un modificado de la obra, con un incremento del presupuesto cuya cuantía aún desconocemos», asumió ayer la concejala de Urbanismo, Melania Álvarez. El motivo es, como reconoció la edil, que el derrumbe de la fábrica de Ortiz el pasado 6 de enero de 2010 «ha encarecido el proyecto más de lo que se estimaba inicialmente». Es algo que no se pudo saber antes de sacar las obras a licitación, lo que sucedió a finales del verano.

De todos modos, la concejala hizo hincapié en que «un modificado sólo se aprueba si está debidamente justificado». En función de la cuantía de este modificado se decidirá entonces si los trabajos pueden continuar siendo realizados por la empresa ganadora del concurso o es necesario volver a sacar el proyecto constructivo a concurso. «Es la ley la que establece los límites de los modificados», se limitó a decir Álvarez.

Lo que sí tienen en consideración desde el Ayuntamiento es que la situación no se puede demorar más. De hecho, según declaró ayer el alcalde, el socialista Ángel Riego, «lo que está claro es que hay que hacer algo, y hay que hacerlo ya». Explicó el primer edil que la decisión sobre el futuro de las obras se tomará, como muy tarde, a comienzos de la próxima semana. Y es que las obras de la fábrica de Ortiz comenzaron el pasado mes de octubre, y tenían prevista una duración de ocho meses. Sin embargo, cuando ya ha expirado casi la mitad del plazo inicialmente considerado, no han avanzado apenas.