Proaza / Santo Adriano,

V. DÍAZ PEÑAS

Todo hace pensar que el cercado de manejo osero de los valles del Trubia se quedará otro año más sin descendencia. «Tola», la hermana osa que mantuvo varias montas con «Furaco», todavía no ha parido y lo más probable es que no lo haga. El comportamiento de la hembra, que sale continuamente de la osera, come y apenas descansa, parece indicar que no está preñada. No obstante, todavía no se quiere dar por finalizado este tercer intento de fecundación y se esperará a que concluya este mes para certificar que «Tola» no va a ser madre.

Como explicó ayer el cuidador de los osos que viven en el cercado, Roberto García, tanto el modo de actuar de la hembra como el período del año en el que nos movemos hace pensar que «Tola», casi seguro, no esté preñada. «No hay una fecha fijada para el parto de los osos, aunque el alumbramiento suele coincidir con el mes de enero. Por el momento "Tola" no ha dado a luz. Además, su comportamiento sería anormal en el caso de estar gestando. Sale todos los días de la osera, continúa comiendo y descansa lo justo en el refugio», señaló.

García explica que lo más prudente, sin embargo, es esperar a que finalice este mes para certificar que el tercer intento de fecundación también ha sido fallido. «Paca» y «Tola» llevan inmersas en un proyecto de maternidad que se inició en la primavera de 2008. Ese año no hubo contacto entre el macho, traído de Cabárceno, y las hembras. En 2009 se registraron 19 montas entre «Furaco» y «Tola», pero esta no alumbró. El año pasado se contabilizaron 6 montas, en principio parece que sin éxito.

Roberto García aclara que todavía no se ha decidido si el proyecto de reproducción de las osas más famosas de la comarca continuará o se dará por finalizado en el caso de que finalmente «Tola» no dé a luz. Sin embargo, ya se barajan varias opciones de cara a las próximas primaveras. Una de ellas es seguir permitiendo el contacto entre los animales con la intención de que su vida en cautividad se asemeje a una vida en libertad, eso sí, sin el objetivo final de conseguir descendencia para el cercado de manejo osero.

Tampoco se han concretado las causas de este más que probable fracaso en el tercer intento de reproducción de las osas. Sin embargo, en su momento ya se apuntaron los hándicaps que tendría este proyecto. Por un lado, las hembras llevaban casi toda su vida aisladas y sin entrar en contacto con otros animales. A ello se unía la avanzada edad de «Paca» y «Tola» para convertirse en madres primerizas. Así las cosas sólo queda esperar unos días para certificar una noticia que nadie deseaba: que el cercado osero de los valles del Trubia se queda, un año más, sin osezno.