Villaviciosa,

Mariola MENÉNDEZ

Villaviciosa se apunta a la moda del «airsoft», un deporte y juego de estrategia basado en la simulación militar. Se parece al «paintball», aunque las pelotas de pintura que se lanzan en esta última actividad se sustituyen por bolas de plástico o material biodegradable para facilitar su reciclaje.

Los maliayeses optan por las «balas» de polímeros de azúcar, que no dañan el medio ambiente, disparadas con réplicas casi idénticas de armas reales. Por eso, los aficionados prefieren referirse a ellas simplemente como «réplicas», indica uno de los aficionados al «airsoft» en Villaviciosa, Daniel Naredo. Otra de las peculiaridades de este deporte, de origen japonés, que llegó a España en el año 1998, es que los jugadores se visten con uniformes de los diferentes ejércitos del mundo y fuerzas de seguridad.

Naredo apunta que los sábados es el día en el que los seguidores de este juego lo ponen en práctica en un campo privado en la zona de Tornón. Las citas y la coordinación de las partidas se suelen realizar a través de las redes sociales. De hecho, el equipo de Villaviciosa ha creado un perfil en Tuenti (gfea) y trabaja en el diseño de una página web específica para unir aún más los lazos del grupo y conseguir nuevos adeptos.

Quienes practican el «airsoft» en Asturias piden al Gobierno regional una regulación específica porque, entre otras cosas, no están autorizados a utilizar estas pistolas en espacios públicos al no estar legalizadas. Es por ello por lo que las partidas, en las que pueden participar hasta más de cien personas repartidas por el monte, deben de desarrollarse dentro de un recinto privado. Además de la normativa que afecte al juego, piden poder constituir una federación. En Villaviciosa, el «airsoft» suma unos veinte adeptos y en Nava alrededor de quince, que se unen a los muchos asturianos agrupados en distintos equipos.

Naredo explica que uno de los principales atractivos de esta modalidad es que permite la liberación de adrenalina, además de que mantiene al jugador «en todo momento atento y nervioso». Las posibilidades del juego son infinitas, ya que se establecen distintos tipos de partidas en las que no faltan una misión que llevar a cabo, normas, jerarquía y la asignación de roles a cada uno, como si de auténticos militares en el fragor de la batalla se tratara.