Prendes / Nava,

B. FERNÁNDEZ /

M. MENÉNDEZ

La salida a información pública en el «Boletín Oficial del Principado» (BOPA) de los planes de Red Eléctrica Española para las líneas Costa Verde-La Reboria, entre Gijón y Carreño, y Costa Verde con el entronque Soto-Penagos provocaron ayer una riada de críticas en los concejos del centro afectados por los trazados, a saber: Carreño, Nava y Bimenes.

En lo que afecta a Carreño, Red Eléctrica Española dispondrá una red de alta tensión que surgirá de la subestación eléctrica que pretende instalar en La Reboria, entre las parroquias de Prendes y Pervera, y supondrá la colocación de nueve kilómetros de cableado con una potencia de 400 kilovatios. Para ello contará con un presupuesto de 4.603.000 euros, para un proyecto que se encuentra desde ayer en fase de alegaciones.

Ayer, los grupo políticos del PP de Carreño y Gozón se reunieron para denunciar la actitud del gobierno de Carreño, que ha convocado unilateralmente una junta de la Mancomunidad del Cabo Peñas para liderar una acción contra la subestación. Los populares le reprochan al gobierno carreñense de PSOE e IU que «cuando Gozón les invitó a participar de una manifestación en febrero de 2010 contra la subestación de Cardo, no acudieron y se alinearon con la posición del PSOE en Oviedo, que fue de apoyar la instalación eléctrica», en palabras de Salvador Fernández, alcalde de Gozón. José Ramón Fernández, portavoz del PP en Carreño, añadió que «quizá Carreño pueda hacer algo contra la subestación de La Reboria por medio del plan urbano que está a punto de aprobarse».

Nava es otro de los concejos más afectados por las líneas de alta tensión, ya que si se construye la de Costa Verde-Bimenes, la localidad de El Remedio quedaría encorsetada entre cuatro de estas infraestructuras, dos de 200 kilovoltios y otras tantas de 400. Por lo que la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies se suma a la desesperación y las quejas vecinales, que rechazan tajantemente el paso de estas líneas a escasos metros de sus viviendas, con los riesgos para la salud que ello conlleva, sin olvidar los paisajísticos y la devaluación que sufren sus propiedades.

Los ecologistas se oponen al proyecto de los entronques de Soto-Penagos y Sama-Velilla, cuya autorización administrativa y declaración de impacto ambiental publicó ayer el BOPA.