Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

Las obras del Museo de la conserva de Candás aún no pueden ser licitadas de nuevo debido a que el contrato con la anterior adjudicataria, Contratas Iglesias, aún no ha sido rescindido. El paréntesis electoral ha dejado en suspenso todos los trámites desde que, en pasado mes de mayo, se anunciase que la adjudicataria no seguiría adelante con las obras de reforma de la vieja fábrica de conservas Ortiz para convertirla en el espacio museístico. El gobierno municipal en funciones señaló ayer que «el Ayuntamiento iniciará en breve los trámites para resolver dicho contrato».

El problema es que existe un plazo para la realización de los trabajos, que concluye el próximo 31 de diciembre, cuando restan aún siete meses de ejecución de obra, lo cual pone en riesgo la subvención de 1.400.000 euros concedida por el Ministerio de Cultura al Ayuntamiento.

Hasta el momento, apenas se ha hecho nada en el solar de Ortiz en Candás más que «demoliciones, levantamientos en general, retirada de materiales, desescombros y acometidas en el saneamiento», según explicaron fuentes municipales.

Por todas esas labores, Contratas Iglesias, con la que ahora se trata de rescindir el contrato por diferencias económicas, ha pasado al Ayuntamiento de Carreño una factura de 34.060 euros. Sin embargo, será el próximo gobierno de Carreño el encargado de dar el siguiente paso para lograr la consecución del ansiado museo de la conserva, ya que durante el tiempo que ha durado el gobierno en funciones no se han tomado decisiones al respecto.

El presupuesto de la obra se ha visto incrementado en un 42 por ciento, pasando de los 835.860 euros iniciales a los 1.183.805 que han resultado finalmente tras la redacción del proyecto modificado, como consecuencia del derrumbe de la fábrica en enero de 2010. Esa cantidad no ha sido suficiente para que Contratas Iglesias acepte seguir adelante con los trabajos, una diferencia que ha motivado la ruptura del contrato.