Nava,

Mariola MENÉNDEZ

Los lagares de Nava trabajan a pleno rendimiento embotellando la primera sidra de la temporada. Éste es un proceso que en Nava, tradicionalmente, se produce con retraso con respecto a zonas más cálidas como Gijón o Villaviciosa, donde las primeras espichas comienzan en marzo. En las próximas semanas, los nuevos caldos empezarán a estar ya en las sidrerías. Según apuntan los lagareros, una nota característica de esta campaña es que la bebida tiene más graduación alcohólica ya que la manzana con la que se elaboró, de la cosecha de 2010, recibió más horas de sol, lo que le proporcionó mayores niveles de azúcar y, por tanto, de alcohol.

El presidente de la Asociación de Lagareros de Asturias, José María Osoro, corrobora que la sidra que tomaremos este año tendrá «algo más de contenido alcohólico». Para que la manzana coja el peso y volumen suficiente, así como los azúcares necesarios, precisa de un verano típico asturiano, con alternancia de horas de sol y lluvia. Así, Osoro explica que alguna sidra estará más cerca de los siete grados que de los cinco habituales. En cuanto a la calidad, «cumple las expectativas».

Francisco Ordóñez, enólogo de Sidra Viuda de Angelón -lagar que regenta con sus otros cuatro hermanos- asegura que la graduación de este año supera los seis grados. José Luis Vigón, que también comparte responsabilidades con sus hermanos al frente de la bodega naveta Sidra Orizón, apunta que es un mosto «con fuerza. Tiene algo más de alcohol porque fue un verano caluroso y la manzana tenía muchos azúcares, y más acidez. Azúcares y acidez son sinónimo de estabilidad y la hacen menos vulnerable». Vigón destaca que la sidra que comienza a embotellarse le convence porque «pega bien» al vaso al tener «mucho glicerol» y «aguanta el frío».

El ajetreo es notable en este lagar de Orizón al que la localidad naveta en la que se ubica le da nombre. Hoy comienzan a embotellar su sidra natural y para mañana dejan la de denominación de origen protegida (DOP), que comercializan bajo la marca Novalín.

Insiste en que hay que diferenciar la sidra de DOP, que se somete a los criterios y exámenes del Consejo Regulador, de la seleccionada, calificada únicamente en los controles internos del propio lagar. Vigón se siente satisfecho del éxito de Novalín, producción que ya agotaron en octubre y que sus clientes llevan esperando desde entonces. A partir del día 14 ya podrán degustar los nuevos mostos, que se pondrán en el mercado envasados en 100.000 botellas. De Sidra Orizón serán 800.000.

Francisco Ordóñez comparte con José Luis Vigón la idea de que la bebida de esta temporada tiene buena calidad. «Para mí es mejor que la del año pasado y hay que tener en cuenta que durante el resto del año va madurando», apunta el enólogo, que al mismo tiempo argumenta que «los parámetros del mosto (azúcar, polifenoles y acidez total) son mejores».

El lagarero sostiene que, además, esta campaña se distingue porque llega «una semana o quince días más atrasada» debido a las malas condiciones climatológicas de la primavera, concretamente del mes de mayo. Son fechas clave en el proceso de elaboración de la sidra porque es cuando se produce la segunda fermentación, la maloláctica, con unas temperaturas más altas (unos doce grados), después de que haya tenido lugar la fermentación alcohólica. Las máquinas llevan funcionando a tope en este tradicional lagar naveto desde hace unos veinte días y prevén seguir a todo gas hasta principios de febrero.

Ordóñez reconoce que la crisis económica también está pasando factura a la sidra, un sector que hasta la fecha venía aguantando bien el envite. Pero la reducción del presupuesto de los asturianos para el ocio, unido al mal tiempo de mayo, que no invita demasiado al consumo (muy vinculado al tiempo) de la bebida regional han provocado una caída de las ventas.

Otro veterano del sector en Nava, Juan Roza, también cree que la recesión está haciendo mella: «Se nota el bajón de la crisis en las sidrerías, se sale menos y también influyó el mal tiempo de mayo». Apostilla que «dentro de quince días la sidra estará en su punto y alrededor del 20 de junio ya se estarán vendiendo». En esta campaña reducirán los litros elaborados porque la cosecha de manzana también fue menor.