Pruvia / Bonielles (Llanera), Gonzalo BENGOA

Llanera gana puntos para convertirse en la capital asturiana de los productos ecológicos. El concejo acoge el próximo fin de semana la décima edición de la Feria Agroalimentaria de este tipo de productos con la intención de convertirse de nuevo en un éxito y de servir de plataforma para presentar novedades y celebrar catas y encuentros gastronómicos. El protagonismo de Llanera lo centran tres productores del concejo presentes en la cita.

Santiago Pérez, vecino de Pruvia, fue el pionero en Asturias en la agricultura ecológica. Hace más de treinta años apostó por un tipo de producción agraria que iba a contracorriente del mercado mundial, donde la búsqueda de la máxima productividad en los cultivos lleva también aparejado el uso de sustancias químicas como fertilizante y la utilización de semillas modificadas genéticamente, los transgénicos.

Hoy, en pleno cataclismo económico, Santiago asegura que la agricultura ecológica «es una de las alternativas a la crisis», aunque insiste en que «lo tienen que ver los políticos». Defiende que el campo asturiano «necesita una reforma agraria» y que, si no la acaban de acometer, habrá difícil solución», porque, lamenta, «hasta ahora lo que hubo son sólo parches». Santiago Pérez asegura que la crisis no le afecta y que «los productos de la huerta se siguen vendiendo, cada vez mejor». A los interesados, les ofrece un curso sobre agricultura ecológica en su finca.

Francisco García, por su parte, produce desde hace años sidra ecológica en su negocio, Sidra «El Güelu», también de Pruvia. Desde siempre producen sidra con el 100 por cien de manzana propia y decidieron entrar en el Consejo de Producción Agraria Ecológica del Principado (COPAE) para conseguir un sello que certificara un producto ecológico de calidad. «Plantamos árboles ecológicos, no sulfatados, ni utilizando productos agresivos para el medio ambiente, y conseguimos el sello», explica orgulloso Francisco García. Aclara que selecciona la manzana «en el justo tiempo de maduración, prensando la fruta con métodos tradicionales y dejando fermentar el jugo en la bodega durante seis meses». Luego la embotellan y la venden. Su empresa destina un 20 por ciento de su producción, que ronda los 300.000 litros de sidra anual, a la sidra ecológica.

Francisco García reconoce que en Asturias aún hay «desconocimiento en el tema ecológico» y destaca que «hay que buscar mercado». Sus mejores clientes se encuentran en Dinamarca y Francia, y en España los tienen en Madrid. «Para ello vestimos la botella con un capuchón como si de un vino se tratara», explica el productor. También presentaron hace unos meses la primera sidra espumosa ecológica en España.

El tercer productor ecológico de Llanera que se presenta en la feria del próximo fin de semana es Francisco Fernández, vecino de Vidriera, en la parroquia de Bonielles (Llanera). Buscando una solución al problema del trabajo se decidió por el campo. Primero se lanzó hacia la agricultura convencional e intensiva y montó un invernadero en Ables (Llanera), pero la salida al mercado de lo convencional no le gustaba. «Tenías que ir a Mercasturias y te pagaban lo que querían», confiesa con amargura Francisco, que, añade, «en lo convencional, o tienes una explotación enorme o no es rentable». Así que se desvió hacia lo ecológico en Bonielles, donde destina 2.000 metros cuadrados a estos cultivos.

Este agricultor considera que «lo más complicado es la distribución de la producción». Francisco Fernández la hace a través de la primera cooperativa de productos ecológicos, con sede en Granda (Siero), en la que actualmente hay una veintena de productores. «Es importante ir abriendo mercados e intentando que los productos ecológicos, a pesar de que digan que no se encuentran, tengan suficientes lugares en los que puedan ser adquiridos se puedan adquirir», comenta.