Lugones (Siero), F. TORRE

Al igual que los grandes perfumes se guardan en frascos pequeños, los grandes pilotos conducen coches pequeños. A escala 1:32, de hecho, la misma de los coches de Scalextric, que se utilizan en el Campeonato de Asturias de rally-slot, cuya quinta prueba puntuable se celebró este fin de semana en la sede de la Asociación Siero Slot, en Lugones.

La prueba se desarrolló en cuatro espectaculares pistas, a modo de tramos, por las que los participantes debían conducir, con mano firme, sus coches. La competición se dividió en tres categorías, en atención a los modelos de los coches: Súper N, N y SL1600. Además, los menores de 15 años competían entre ellos. «Hay que hacer tres pasadas cronometradas el sábado y otras tres el domingo. El sistema es como el de un rally», comenta Francisco Muñiz, que competía en categoría N con la réplica de un C-4.

A la hora de elegir el coche, los pilotos se fijan en varios aspectos: «Hay que mirar la potencia, pero también cómo se comporta en la pista, la posición del motor... A veces sacan modelos que nunca llegan a competir», señala David Genicio, que competía también con un C-4: «Es el coche más habitual ahora en esta categoría, como el Porsche o el Ferrari en Súper N».

En la prueba corrieron 45 pilotos, que se dividían asimismo en escuderías. El vencedor en Súper N fue Tato, de Trasgu Sport. En N se impuso Sergio Moro, y en SL1600 Mariano Arenas. Entre los sub-15, el más rápido fue Antón Rodríguez.