Tras impedir que se votase la moción de censura a Guillermo Martínez, Beatriz Polledo -elegida por la dirección regional del PP para presidir la gestora de Siero- declaró que «han triunfado la democracia y la legalidad, frente a intereses particulares e inconfesables». Esta afirmación se sumó a la petición de la dirección regional del PP para que renunciemos a nuestras actas de concejal, apelando a la honestidad y la coherencia, pues se entiende que estas actas las obtuvimos debido a nuestra inclusión en las listas del PP. La dirección regional también nos acusó de deslealtad y de falta de compromiso con los ciudadanos. Vayamos por partes.

Democracia y legalidad. Muchos vecinos de Siero se mostraron indignados porque José Manuel Llera y David Ordóñez impidieron votar la moción de censura a la mayoría de los concejales de nuestra Corporación. ¿No es esto totalmente antidemocrático? Sobre la legalidad de la decisión adoptada por la mesa de edad se pronunciarán pronto los tribunales, pero toda la legislación y la jurisprudencia existentes respaldan que se debería haber votado la moción de censura.

Intereses particulares e inconfesables. Es indecente afirmar que defendemos la moción de censura por intereses particulares e inconfesables. Piensa el ladrón que todos son de su condición. Las razones de nuestro apoyo están muy claras y son fáciles de entender: deseamos desarrollar nuestro programa electoral para contribuir al desarrollo de Siero. Con este fin, si la moción de censura llega a prosperar, los concejales del PP asumiremos importantes competencias dentro del próximo equipo de gobierno: concejalía delegada de Lugones, economía, contratación, patrimonio, organización municipal, régimen interior, bienestar social, urbanismo, limpieza viaria, abastecimiento de agua, saneamiento, alumbrado público, medio ambiente, parques y jardines, deportes, seguridad ciudadana, turismo, consumo y relaciones institucionales. Las que no son entendibles para nuestros votantes son las razones que están detrás del boicot a la moción de censura por parte de la dirección regional del PP y de la presidenta de la gestora de Siero. ¿Deben plegarse permanentemente nuestros votantes a los intereses de quienes no viven en nuestro concejo? ¿Qué puestos se habrán prometido para defender en Siero lo que la inmensa mayoría de nuestros votantes condena?

Coherencia y honestidad. ¿Alguien puede entender que dos concejales del PP regalen la Alcaldía de Siero al PSOE, evitando así que nuestro partido gobierne y pueda desarrollar su programa electoral? Estamos seguros de que no se ha producido en la historia democrática de Siero un acontecimiento tan incoherente como el del pasado lunes. En cuanto a nuestra honestidad, los cuatro concejales del PP que firmamos la moción de censura, defendemos, ante todo, la voluntad de nuestros votantes, arriesgándonos a ser expedientados. Lo deshonesto hubiese sido mantener un gobierno socialista cuya gestión está siendo muy deficiente.

Deslealtad y falta de compromiso con los ciudadanos. Es cierto que en las listas electorales nos puso el PP, pero somos concejales porque recibimos los votos de los vecinos de Siero, y a ellos nos debemos por encima de todo. ¿Acaso nos votaron para que apoyemos al PSOE y renunciemos a gobernar? Está claro que no somos nosotros, sino otros, los desleales con nuestros votantes.

Durante los últimos días hemos recibido muchas llamadas de apoyo de simpatizantes y afiliados que nos animan para que no tiremos la toalla. La mayoría de estas personas se sienten defraudadas y estafadas porque durante la campaña electoral nadie les dijo que algunos concejales del PP de Siero iban a apoyar a un alcalde socialista y a supeditar los intereses de nuestro concejo a los de otros.

Esteban González Pons -vicesecretario de comunicación del PP- declaró hace pocos días: «no hay ningún español tan idiota que quiera la continuidad del PSOE». Aunque la calificación de «idiota» es excesiva, sigue habiendo quienes desean que los socialistas sigan gobernando, al menos en nuestro Ayuntamiento. Lo más grave es que algunos de ellos son militantes, y hasta dirigentes, del PP. Muchos otros afiliados pensamos que la receta infalible para que nuestro partido desaparezca del mapa político asturiano es abrazarse al PSOE. El tiempo dará y quitará razones.