Pola de Siero,

Manuel NOVAL MORO

El concejal de Medio Ambiente de Siero, Ángel Antonio García, «Cepi», defiende la recogida de basura en cubos en las villas del concejo porque, según asegura, «es la medida más idónea que se puede aplicar sin necesidad de cambiar el contrato actual con la empresa que se encarga del servicio». El planteamiento municipal, que ya se aplica en algunos de los núcleos de población del municipio, no acaba de convencer a una parte de los vecinos.

La normativa establece que las comunidades de vecinos deberán adquirir cubos de basura para depositar en ellos las bolsas con los residuos. La recogida será diaria, como hasta ahora, y los cubos deberán sacarse a la vía pública a partir de las nueve de la noche en verano y desde las ocho de la tarde en invierno. El resto del tiempo los cubos deberán permanecer guardados.

Cepi señala que las comunidades de vecinos del concejo tienen tres opciones para gestionar la recogida. La primera de ellas, que es la que se hacía cuando empezó a establecerse el servicio hace años en Lugones, es que se encarguen los propios vecinos de sacar y meter el cubo. Que el primero que baje la basura saque el cubo a la calle y que alguien se encargue de retirarlo posteriormente.

Otra opción es, en aquellos portales en los que una persona se encarga de la limpieza, que ésta se encargue además de meter y sacar los cubos y de limpiarlos.

La tercera posibilidad es contratar a una empresa para que coloque los cubos a la hora que empiece la recogida y los retire de madrugada, además de encargarse de su limpieza. Esta vía, que es la más extendida y la que se aplica actualmente en Lugones, Colloto y La Fresneda, es, según el concejal, poco gravosa para los vecinos. Supone, según sus estimaciones, un coste de unos tres euros al mes por vivienda.

En cualquier caso, y opten por lo que opten, serán los vecinos quienes se encarguen de gestionar el cubo. En las mencionadas localidades de Siero el sistema funciona con normalidad.

Según García, el sistema de los cubos es bueno, en primer lugar, por motivos de higiene, ya que evita que las bolsas de basura estén dispersas por las aceras y ensucien el entorno de las viviendas.

Por otra parte, también hace más difícil el acceso de los animales a la basura, que se da en numerosas ocasiones, especialmente en aquellas comunidades de vecinos a las que la recogida llega más tarde y que mantienen las bolsas expuestas en la calle más tiempo.

Por último, esta modalidad también evita al Ayuntamiento hacer un esfuerzo extra en la limpieza de las aceras. El concejal cree que, en este sentido, podría constituir incluso un ahorro a medio plazo para el municipio. Además, sostiene que es «la medida más barata y la más rápida de aplicar sin hacer grandes inversiones y sin hacer modificaciones en el contrato».

Sin embargo, el portavoz de Pinsi, Juan Camino, expresa en un comunicado su opinión de que la medida de los cubos no es adecuada y señala, además, que había sobre la mesa una oferta de la empresa que actualmente se encarga del servicio para instalar contenedores soterrados en las calles para la recogida de residuos orgánicos.

A este respecto, Cepi señaló que la empresa hizo la oferta a cambio de la prórroga del contrato y que cuando tan sólo falta un año para que éste venza no parece el momento más adecuado para aceptarla. El edil no rechaza la posibilidad de instalar contenedores, pero puntualiza que necesita «un debate más profundo y sosegado de cara al próximo cambio del contrato».

La gestión mediante contenedores tiene, como cualquier otra, sus pros y sus contras, y entre estos últimos está el hecho de que ocupan espacio en la vía pública y, seguramente, reducirían el número de plazas de aparcamiento en las calles donde se instalasen.