La Fresneda (Siero)/ Oviedo,

Manuel NOVAL MORO

El Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) ha descartado continuar con las actividades del «proyecto Fresneda» (de prevención) en el centro de salud de la localidad y ha anunciado su intención de ofertar diversas actividades dirigidas por el personal sanitario para sustituirlo.

El Sespa adelantó ayer estos propósitos en una reunión con varios voluntarios del proyecto a la que asistieron la gerente del área IV, Clara García-Osorio; el director de gestión y servicios, Luis Luengo; el director médico, Mario González, y otros responsables del área, así como Rafael Cofiño, representante del Observatorio de la Salud de Asturias. Las líneas de lo acordado tras la auditoría se han mantenido. El proyecto se desvincula del centro de salud, si bien la gerencia ha permitido a los voluntarios contar con un buzón y paneles informativos en el centro, para mantener el contacto con los usuarios e informarlos de adónde se van a trasladar las actividades. Por su parte, Rafael Cofiño ha ofrecido apoyo a la iniciativa en su nueva andadura fuera del centro.

Los voluntarios se mostraron agradecidos con la gerencia por haberlos acogido en las instalaciones sanitarias desde el inicio del proyecto. «Aunque ahora nos echan a la calle, no podemos dejar de reconocer que la existencia de nuestra ilusionante iniciativa comunitaria no hubiera sido posible sin las facilidades ofrecidas por los anteriores responsables del Sespa», sostuvieron. Por otra parte, los trabajadores del centro de salud se mostraron en desacuerdo con las formas del «proyecto Fresneda», aunque no con los contenidos.

Uno de ellos, Luis Redondo Copete, dijo, en un escrito enviado a LA NUEVA ESPAÑA, que los trabajadores, «además de bajarles el salario, de aumentarles la jornada de trabajo, deben aguantar las formas y demás temas que "proyecto Fresneda" ha introducido por la puerta de atrás en el centro de salud que ocupaban hasta hoy».

Y acusó al antiguo director del centro y promotor del proyecto, Valentín Pérez, de utilizar, «estando de vacaciones, los medios del Sespa (locales, teléfono, ordenadores, etcétera) y de todos los ciudadanos» para el colectivo de usuarios del proyecto que, por cierto, cifra en 200 y no en los 500 que aseguran sus promotores. Si bien a renglón seguido reconoce que «el número es lo de menos», Luis Redondo dice que «hay que atenderlos, limpiar lo que manchen... etcétera, con personal del Sespa que pagamos todos». Redondo concluyó diciendo que los trabajadores del Sespa no están de acuerdo «con las formas de determinados integrantes de "proyecto Fresneda" como el doctor Valentín, el propio Carlos del Cano y demás voluntarios que se consideran dueños de locales, ordenadores, salas, servicios e incluso de dar órdenes a trabajadores del Sespa».