Candás / Luanco,

Braulio FERNÁNDEZ

El despido de siete trabajadores, el incremento del precio de la piscina de Antromero y la eliminación por completo de los gastos de carácter político son las medidas más importantes que ha diseñado el presidente de la Mancomunidad del Cabo Peñas, Salvador Fernández, para garantizar la viabilidad del ente supramunicipal. Con este ajuste, según recoge el informe presentado por el presidente, podrá reducirse de 430.000 a 200.000 la aportación anual que ha de realizar cada uno de los dos concejos mancomunados, Carreño y Gozón.

«El principio general es que la retribución de los empleados se corresponda con la subvención percibida, ya que de este modo no habría coste para la mancomunidad», señala Fernández, que es también alcalde de Gozón. La más afectada por los recortes de personal sería la oficina de gestión urbanística, con la supresión de los puestos de arquitecto y de ingeniero técnico agrícola. Dice el informe respecto al arquitecto que «ya existe en ambos ayuntamientos, y hay una duplicidad evidente que se debe remediar». Del ingeniero agrícola asegura que «tiene una carga de trabajo escasa y su coste es elevado», superior a los 47.000 euros al año.

Los despidos también afectarían a la Agencia de Desarrollo Local, «teniendo presente la reducción continua de las subvenciones en este ámbito, así como la carga de trabajo existente». Así, y también con el argumento de «evitar duplicidades, se estima pertinente prescindir de dos de los tres puestos de agente de desarrollo local», según Fernández.

La misma suerte correrán, de ser aprobada la propuesta, los puestos de la persona encargada del archivo, «dado que la mancomunidad ya no dispone de subvención para financiar este puesto de trabajo», y del auxiliar de intervención, cuyas funciones serían asumidas «o bien por el responsable administrativo o por el auxiliar administrativo».

Además de la supresión de esta media docena de puestos de trabajo, el Partido Popular de Gozón y Carreño también propone fusionar en un mismo puesto las funciones de la interventora y de la secretaria, en el caso de que sea posible suprimir este último puesto de trabajo, lo que elevaría a siete los despidos.

No se libran de los recortes la gran mayoría de trabajadores de la mancomunidad, que verán reducidas sus jornadas para ajustar sus remuneraciones a las subvenciones percibidas. La medida afectará a los puestos del responsable administrativo, Oficina de Información Juvenil, Normalización Lingüística y Oficina de Consumo. Al final sólo se mantienen íntegros los puestos de trabajo del servicio médico, al tratarse de «un servicio con una gran aceptación», y del servicio jurídico.

Otras medidas que se proponen para reducir a menos de la mitad el gasto de la mancomunidad comprenden la supresión del cargo político del vocal delegado, con un ahorro de 8.831 euros, y la supresión de dietas por asistencia de concejales. Así como la reducción de, al menos, el 20 por ciento del gasto corriente de la piscina mancomunada de Antromero, resultando «adecuado el incremento del precio público, para aumentar los ingresos». Fernández pone de manifiesto que «el precio de esta instalación es comparativamente bajo en relación con otras instalaciones similares de Asturias».

La medida deberá ser debatida ahora por el resto de fuerzas políticas de Carreño y Gozón y aprobada en sus plenos.