Villanueva (Santo Adriano),

Lorena VALDÉS

Más segura y con mejor aspecto. La Senda de Oso, uno de de los principales recursos turísticos de los Valles del Trubia, cura, tras años de reivindicaciones, parte de las grietas que el paso del tiempo y el abandono de las administracciones habían dejado marcadas en el camino. El Ministerio de Medio Ambiente y el Principado de Asturias han puesto en marcha un plan para la reparación de las zonas más deterioradas de un trazado en el que se han producido varios accidentes debido a la inseguridad propiciada por la falta de mantenimiento.

La actuación, con un presupuesto que ronda los 250.000 euros, se desarrolla en tramos, ejecutados por iniciativa del Gobierno central, los cuales discurren por los concejos de Santo Adriano, Proaza y Quirós. Teverga será el único municipio de los cuatro por los que discurre la Senda que no se beneficiará de este plan de choque contra el deterioro de una de las rutas más visitadas de Asturias. Las obras se centran en la renovación de las barandillas que están rotas así como en la construcción de escolleras y en el arreglo de los puentes de madera que cruzan el río Trubia.

Precisamente, estos días los operarios trabajan en la pasarela que se ubica entre las localidades de Tuñón y Villanueva, en Santo Adriano, un punto negro de la Senda, ya que hace ocho meses el ovetense Juan Manuel Alonso se rompió una pierna al caer con su bicicleta desde seis metros de altura al apoyarse para tomar aliento. No fue el único accidente que hubo que lamentar; en octubre de 2005 una turista segoviana residente en Getafe perdió la vida en la vía en circunstancias muy similares.

El presidente de la Mancomunidad de los Valles del Oso y alcalde de Santo Adriano, Juan José Álvarez, asegura que «la Senda necesita una actuación mucho más ambiciosa, un plan de mantenimiento que se prolongue en el tiempo y que garantice que el trazado esté en perfecto estado para los visitantes». No obstante, el regidor socialista se muestra satisfecho de que «por fin, el Gobierno central y el Principado hayan decidido implicarse en el mantenimiento de la ruta».

Los alcaldes de los Valles del Trubia han defendido en reiteradas ocasiones, a propósito del lamentable estado de conservación de la Senda, que sus ayuntamientos no disponen de recursos suficientes para afrontar en solitario el mantenimiento. Las labores municipales de acondicionamiento de la vía se han centrado en los últimos años en la limpieza y el desbroce de las zonas más abandonadas. Baches, argayos, falta de iluminación, maleza... son sólo algunos de los ejemplos de los desperfectos que hacen que el camino no sea del todo placentero para los visitantes que frecuentan la Senda, especialmente en los meses de primavera y verano.

A finales del año pasado, la Senda del Oso se amplió en nueve kilómetros en el concejo tevegano con una inversión de más de un millón de euros, fruto de un convenio entre el Ministerio de Medio Ambiente y el Principado. Alcaldes, usuarios y hosteleros denunciaron entonces la contradicción que suponía abrir un nuevo tramo sin frenar el deterioro del resto del trazado. Meses más tarde, ha llegado un parche para una ruta que necesita de una buena cirugía para recobrar su esplendor.