Pola de Siero

Manuel NOVAL MORO

La crisis sigue haciendo mella en Siero, y de ello dan fe los últimos datos del Ministerio de Fomento relativos a la compraventa de vivienda en el municipio, que reflejan que el año pasado fue el peor de lo que va de siglo, con una extraordinaria caída de las transacciones del cincuenta por ciento respecto al año anterior, que por lo demás tampoco había sido bueno. El último dato de Fomento corresponde al tercer trimestre de 2011. La suma de transacciones de los tres primeros trimestres de ese año se situó en 217, cuando en el mismo periodo del año anterior se registraron 553 compraventas.

Los datos de 2011 son el último capítulo de una evolución a la baja que, desde el desencadenamiento de la crisis en 2008, ha sido constante y parece no tener fin. Baste decir que la suma de los tres trimestres registrados el año pasado es inferior a un solo trimestre, cualquiera que se elija, de los años 2004 a 2007. En este periodo, Siero no bajó de 1.000 transacciones anuales: 1.103 en 2004, 1.021 en 2005, 1.165 en 2006 y 1.242 en 2007, el año en que se registró la cifra más alta.

A partir de entonces, la caída fue vertiginosa. En 2008 se registraron 960 transacciones; en 2009, 818 compraventas y en 2010, 638. Y aunque falte el último trimestre de 2011 por registrar, la evolución indica que el descenso sigue su curso. Un buen ejemplo es la comparativa por trimestres entre 2010 y 2011.

El primer trimestre del año pasado registró 82 operaciones de compraventa, mientras que en el mismo periodo del año anterior alcanzó 134; en el segundo trimestre, contó 64, la cifra más baja de los últimos diez años, cuando en 2010 sumó 204. Y, finalmente, el tercer trimestre registró 71 transacciones, por 115 del mismo periodo del año anterior. Con esta evolución, cabría suponer que en todo el año no se alcanzarían más de 350 transacciones, una cifra significativamente baja si se tiene en cuenta que en el primer trimestre de 2007, el último año de bonanza antes de la crisis, registró 390 transacciones tan solo en el primer trimestre.

Esta caída de la venta de viviendas y, con ella, el freno a la actividad del sector de la construcción, ha tenido consecuencias visibles en el concejo de Siero. Tanto en el desarrollo de sus principales núcleos, que han visto cómo se ponía freno a algunas de las operaciones urbanísticas con las que se pretendía dar un cambio sustancial a su fisonomía, como en la propia política municipal, que se ha visto asfixiada por una drástica reducción de los ingresos.

En el primer caso son significativas dos actuaciones: la primera de ellas, el desarrollo del área residencial de La Ería, en Lugones. Un espacio que pretendía convertirse en la cara moderna de la localidad, con la construcción de cerca de 2.000 viviendas, cruzadas por grandes viales, rodeadas de zonas verdes y con un gran centro cívico en su entorno. Todo ello ha quedado pospuesto hasta que lleguen tiempos mejores.

La otra gran actuación era el plan del Oeste de Pola de Siero, con el que se pretendía trasladar trescientos metros en dirección a Oviedo la actual estación, construir una gran losa sobre los terrenos que ahora ocupa el antiguo matadero y el aparcamiento de la antigua depuradora, recuperar para el ocio el río Nora en esa zona y convertir la actual sede de la Policía Local en una estación de autobuses que comunicaría con la del tren. La financiación de todo ello estaba supeditada a la construcción de cerca de 1.000 viviendas en los terrenos liberados, algo que dadas las circunstancias parece impensable.

En cuanto a los ingresos del Ayuntamiento, su evolución a la baja se ha visto reflejada cada año en el presupuesto municipal. En 2008 alcanzó los 59,2 millones de euros. Ese año estaba previsto vender fincas municipales por valor de 13 millones de euros, y con la llegada de la crisis la venta no se llegó a consumar. Al año siguiente, la previsión cayó hasta 47,9 millones, un 19,08 por ciento menos; en 2010, hasta 45,02, un 5,66 por ciento menos, y en 2011, llegó a los 41,09 millones, un 9,1 por ciento menos que el año anterior y una cifra muy cercana a los 40,6 millones del año 2006.

Todos estos datos evidencian que la crisis todavía no ha remitido y que sigue siendo muy acusada en el concejo de Siero.